Más que un experimento o una declaración de amor pictórica, ‘Loving Vincent’ es una pequeña joya minoritaria de buen gusto en un mar de blockbusters y ansias de batir récords de taquilla. Una demostración de que el cine todavía es arte visual.
Más que un experimento o una declaración de amor pictórica, ‘Loving Vincent’ es una pequeña joya minoritaria de buen gusto en un mar de blockbusters y ansias de batir récords de taquilla. Una demostración de que el cine todavía es arte visual.
Noventa años de vida, sesenta de ellos (nada menos) dedicados al cine. Polonia ha perdido a uno de los mejores directores de cine que ha dado Europa, Andrzej Wajda, tan desconocido para el gran público en el continente como aclamado por su estilismo cinematográfico y su talento.
Esta semana servirá para poner a prueba el aguante del público español con Hollywood: dos filmes antagónicos pero genuinamente angelinos, por un lado la taquillera, desmadrada y violenta ‘Deadpool’, por otro los hermanos Coen con ‘¡Ave, César!’ y los guiños al Hollywood clásico.