El Museo Thyssen-Bornemisza celebra la realidad histórica de un artista único, Edvard Munch, que fue muchísimo más que el autor de un icono de la modernidad como el célebre grito, cuyo original no estará en la exposición inaugurada hoy por la institución. Porque se trata de mostrar a Munch mucho más allá del tópico.