Todavía no ha terminado pero el presente 2016 será un año negro en la cultura, nefasto por las voces que se perdieron: cada autor o artista que muere es irremplazable porque cada uno tenía un estilo y carrera diferentes. El listado encoge el corazón: Umberto Eco, Darío Fo, David Bowie, Prince, Leonard Cohen, Zaha Hadid, Elie Wiesel, Andrej Wajda… Todos tienen en común ser casi de la misma generación y haber arrastrado vidas de montaña rusa. Pero con ellos también se van talentos que ya no volverán.