Los premios de la industria musical en EEUU no cambian demasiado de un año al siguiente. Casi siempre son los mismos los que ganan: si no es Taylor Swift es Beyoncé, y también es cíclico ver a Bruno Mars subir a por un premio.
Los premios de la industria musical en EEUU no cambian demasiado de un año al siguiente. Casi siempre son los mismos los que ganan: si no es Taylor Swift es Beyoncé, y también es cíclico ver a Bruno Mars subir a por un premio.
La “voz negra en traje blanco” de Sam Smith ya tiene consagración: fue el vencedor de los Grammy con cuatro premios, adelantando a Beyoncé por la izquierda, como todo buen británico.