Nada mejor que la ciencia para destruir mitos. Aunque, a veces, permite incluso reforzarlos más allá de lo que la propia sensatez podría apuntar. Un estudio genético auspiciado por la Universidad de Harvard, la Universidad de Washington y el Instituto Max Planck (publicado en Nature) ha reforzado uno de los mitos fundacionales del pueblo griego: en su mayoría los helenos actuales son descendientes de los micénicos tanto (o más) que de los aqueos indoeuropeos u otros pueblos.