La “muerte” del Studio Ghibli hace casi dos años se disfrazó de jubilación del maestro Hayao Miyazaki, que colgaba los bártulos para ser un jubilado nipón más. Pero en realidad era un movimiento pensado para explotar comercialmente el amplio catálogo de este mítico estudio de animación japonés. Todo eso se acabó: ambos vuelven.