Cassini ya hace tiempo que dijo adiós, pero su legado mantiene su margen de asombro. Especialmente en el que era uno de sus objetivos colaterales: Titán es un mundo de agua como Europa, Encélado o Ceres, pero también de hidrocarburos en sus múltiples variantes. Es, quizás, uno de los ejemplos más peculiares de lo que la química puede crear en el Universo.