La NASA experimenta con motores que no necesitan combustible, sino que se basan en un viejo truco newtoniano: convierte la electricidad en impulso generando microondas dentro de un tanque que impulsaría la nave. Tan sencillo como complicado.
La NASA experimenta con motores que no necesitan combustible, sino que se basan en un viejo truco newtoniano: convierte la electricidad en impulso generando microondas dentro de un tanque que impulsaría la nave. Tan sencillo como complicado.