En 2014 ya publicamos en esta web un reportaje con una sencilla pregunta: “¿Merece la pena volver a la Luna?” La administración política más alérgica a la Ciencia de toda la Historia de EEUU, la de Donald Trump, ha decidido apostar por el satélite contestando a esa misma pregunta. Quiere volver antes de 2025, por razones concretas: para poder usarla como plataforma para viajar a Marte más adelante, o directamente para explotar sus recursos minerales. Pero la pregunta sigue en pie: ¿merece la pena?