Más allá de Plutón, a una distancia inmensa, orbita de forma extraña alrededor del Sol un vecino desconocido de nuestro barrio estelar, 2015 TG387. Lo hace además de forma tan distinta que sólo podría explicarse por la presencia de “algo” más grande que distorsiona su órbita y fuerza a este cuerpo a comportarse de esa forma. Es decir, el “Planeta X”, la nueva quimera (puede que real) de la astronomía.