Nuestro vecino es una diana astronómica gigante: ocho impactos de meteoritos cada hora, algunos de apenas un puñado de centímetros, otros mucho más grandes. El proyecto NELIOTA de la Agencia Espacial Europea (ESA) monitorea la Luna para poder controlar qué pasa en ella a partir de una serie de telescopios terrestres, entre ellos algunos de 1,2 metros para poder determinar los impactos a partir del destello del calor que provocan.