El reciente descubrimiento de tres planetas similares a la Tierra en tamaño por el telescopio espacial TESS (y “cercanos”, a 31 años luz), con investigadores españoles, ponen de relieve que la caza de nuevos mundos sigue su curso y que ya está claro a dónde apuntan las ansias humanas. Uno de ellos incluso podría albergar vida. Analizamos por qué existe esa ansia exploradora y cómo “cazan” los astrónomos estos planetas lejanos.