La cadena pública estrenó en abierto ‘Killing Eve’ (los miércoles) para aportar algo de calidad en la televisión. Y ha repetido jugada con el estreno mañana día 9 de la versión en formato de serie de TV de ‘El Nombre de la Rosa’ (22.05 horas).
La cadena pública estrenó en abierto ‘Killing Eve’ (los miércoles) para aportar algo de calidad en la televisión. Y ha repetido jugada con el estreno mañana día 9 de la versión en formato de serie de TV de ‘El Nombre de la Rosa’ (22.05 horas).
Todavía no ha terminado pero el presente 2016 será un año negro en la cultura, nefasto por las voces que se perdieron: cada autor o artista que muere es irremplazable porque cada uno tenía un estilo y carrera diferentes. El listado encoge el corazón: Umberto Eco, Darío Fo, David Bowie, Prince, Leonard Cohen, Zaha Hadid, Elie Wiesel, Andrej Wajda… Todos tienen en común ser casi de la misma generación y haber arrastrado vidas de montaña rusa. Pero con ellos también se van talentos que ya no volverán.
Ha visto la luz en español con Lumen después de su muerte en febrero pasado. De hecho tampoco la vio viva en italiano: la entregó días antes de morir, y que reúne una selección de artículos seleccionados y revisados por él mismo, pequeños momentos de su genio intelectual y del que ya sólo podremos disfrutar como lo que es, un clásico.
Este es el obituario que jamás hubiera querido escribir, porque hacerlo implica decir adiós a una de las voces discordantes en su ejemplaridad, uno de los pocos tótem que le quedaban a Europa, que hoy es mucho más mediocre, pobre y está mucho más sola consigo misma.
Año 1980, la editorial Bompiani publica un libro de 533 páginas con el registro mundial ISBN 88-452-0705-6 con el título ‘Il nome della rosa’; empezaba la vida de todo un clásico capaz de fusionar géneros y recuperar otros.