Creada por Natasha Alterici, llega a España una epopeya protagonizada por una vikinga lesbiana dispuesta a desafiar al mismísimo dios-rey Odín.
Creada por Natasha Alterici, llega a España una epopeya protagonizada por una vikinga lesbiana dispuesta a desafiar al mismísimo dios-rey Odín.
Nada le gusta más a los británicos que recrearse en su Historia, exhibir al resto del orbe su pasado (brumoso, lleno de épica disfrazada de leyenda, gloria y miserias) como si fueran un pueblo único. Lo que les diferencia de verdad es el músculo audiovisual, apoyado por el mercado norteamericano. Gracias a eso tenemos series como ‘Los Tudor’, ‘Vikingos’ o la que estrenaba nueva temporada el pasado 19 de noviembre en Netflix, ‘The Last Kingdom’.
Del guionista Josh Vann y el dibujante Simone d’Armini, ganador del premio de cómic más prestigioso de Australia, el Bronze Ledger 2017, llega a España (incluso antes de que se publique la edición en EEUU) ‘El Rey Araña’, una extraña mezcla entre vikingos, alienígenas y épica.
Poco a poco el velo de mito, leyenda y clichés alimentados por el cine, la TV, la literatura y la cultura popular cae para mostrar a los vikingos como lo que eran, un pueblo mucho más avanzado y tecnificado de lo que siempre se ha creído. El descubrimiento de un nuevo fuerte circular vikingo lo demuestra.
Reino de las aves marinas, de las excursiones en barco, de la naturaleza en estado puro, el Atlántico Norte bramando en la costa, el reducto de vikingos orgullosos que han logrado conservar su modo de vida, su identidad y su lengua con más de mil años.
Rubios enajenados, armados con hachas, escudos de madera y espadas, bajándose de los drakkar con cabeza de dragón… es es la imagen (no exacta) de los vikingos que la exposición del Museo Marítimo de Barcelona intenta reformular.