Caixa Fórum exhibe varias de las instalaciones de este grupo creativo japonés que exploran los límites del arte digital, y donde la interacción del público con la obra cambia el resultado.
IMÁGENES: teamLab web / Caixa Fórum
Como un videojuego que se expande por las paredes, los techos, los suelos, en los que los espectadores se convierten, quieran o no, en parte del resultado artístico. Son más que piezas, son instalaciones reactivas que se relacionan con el entorno, resumido en las propias personas, ya que el vacío no supone cambio alguno. La muestras es el espacio mismo que rodea a los visitantes. Así es el trabajo de teamLab, colectivo japonés de creativos digitales que cruzaron la finísima línea entre tecnología y arte para desarrollar algo tan ambicioso como volátil y etéreo. Pero no piensen en un puñado de creadores, sino en un ejército multidisciplinar de 400 personas que abarcan desde el arte convencional a los ingenieros y científicos que construyen expandiendo los límites de la programación digital. Parte del resultado puede verse (e interactuar con él) hasta el 9 de enero en el Caixa Fórum de Barcelona.
Este grupo heterogéneo nació en 2001 en Tokio como laboratorio de creación y experimentación, hasta que el salto hacia el arte digital fue parte del resultado de ese mismo trabajo de ruptura continua. El primer paso fue la creación del Mori Building Digital Art Museum en la capital japonesa, donde crean entornos virtuales y paisajes que revolucionaron el concepto estático clásico del museo. La obra ya no está colgada o expuesta sin más, con pedagogía anexa, sino que la varía según sea alterada. El espíritu de sus creaciones es libre e interactivo: la persona realiza la inmersión en ese entorno y con ello la modifica a partir de una serie de caminos programados por teamLab. Así, aunque tenga ciertos rasgos comunes, las variaciones son múltiples.
No es la primera vez que esos paisajes soñados maleables visitan España: en 2019, en aquel mundo pre pandemia, mostraron sus instalaciones en la Fundación Telefónica de Madrid. Lo que han traído a Barcelona son dos de sus proyectos: ‘Born from the Darkness a Loving, and Beautiful World’ y ‘Graffiti Nature: Lost, Immersed and Reborn’, ambas ligadas a la relación del ser humano con la Naturaleza, un tema recurrente en la cultura japonesa pero marginada en una civilización instrumentalista como la occidental. Con sus creaciones teamLab investiga los vínculos triples entre el mundo del arte, de la tecnología y la Naturaleza, un ejemplo de la Tercera Cultura que vaticina la fusión del conocimiento en un cuerpo conjunto. Quizás ese mundo futuro se parezca en algo a lo que hace teamLab.
Como en un juego, cada visitante interacciona a su manera con la instalación, la cual responde a los impulsos de movimiento y posición desarrollando cambios que influyen en el resultado visible en directo. El mundo en el que una persona se quedaba frente a un cuadro o una escultura durante horas para buscarle sentido o entender el significado ha quedado muy atrás. Sin cambio, sin invitación al mismo, no hay resultado. Es la nueva dimensión digital que teamLab ha explorado a fondo en estos 20 años largos. El comportamiento y acciones del público provocan a la instalación programada, que se expande por paredes y suelos, por el techo, como una burbuja; a su vez genera imágenes única e irrepetibles que son producto de la acción humana. Un simple cálculo de posibilidades da como resultado infinidad de variaciones que hacen que cada visita sea diferente a cualquier otra.
‘Born from the darkness, a loving, and beautiful world’ permite a los visitantes crear n mundo compartido, comunal, entre todos. En las paredes de la sala se proyectan una serie de ideogramas. Si te detienes ante uno de ellos y extiendes la mano hacia él, aparecen las imágenes que evoca: aves posadas en ramas de árboles, mariposas en busca de flores… Al igual que en la naturaleza, las posibilidades son infinitas: pueden combinarse varios ideogramas y crear a partir de ahí un mundo nuevo. La otra instalación, ‘Graffiti nature: lost, immersed and reborn’ representa un ecosistema habitado por toda una variedad de criaturas en el que hay que mantener el equilibrio entre flora y fauna. Los visitantes pueden explorar el entorno, observar su funcionamiento e incidir en él: las flores crecerán si nos quedamos quietos y se dispersarán cuando caminemos; las mariposas abundarán en las zonas floridas y los cocodrilos morirán si uno los pisa demasiado. Una invitación a repensar nuestra relación con lo que nos rodea.
Y en Madrid, ‘Homo Ludens’
En el Caixa Fórum hermano, el de Madrid, del 20 de julio al 31 de octubre, la conexión con Barcelona: ‘Homo ludens, videojuegos para entender el presente’, una exposición que ofrece una nueva perspectiva a la vida como un gran juego de ocio; el auge de los videojuegos ha expandido como nunca antes el hedonismo hasta convertirlo en parte mismo de la vida real. En total más de cuarenta piezas en seis salas entre videojuegos y obras de arte en un entorno interactivo con la misma idea que teamLab: que la experiencia se convierta en parte de la obra en sí. Parte de una visión antropológica del juego y entiende los videojuegos como su expresión contemporánea más extendida, cómo trascienden el ámbito estricto de una pantalla: son una industria, un medio cultural y una propuesta creativa para comprender el presente humano, porque influyen incluso en nuestra forma de consumir y trabajar, capaz de desbordar incluso los géneros y cualquier formato tradicional, aunque en realidad la exposición muestra que los juegos ancestrales perviven dentro de la marea de programación que supone un videojuego.