‘Where you stand’ es el séptimo álbum de la banda de Glasgow, que rompe un silencio de cinco años. Actuarán este viernes en el Sonorama de Aranda.

“Es fantástico regresar. No podemos esperar a que escuches esto”, escribe Francis ‘Fran’ Healy, líder de Travis, en la web de la banda (www.travisonline.com) sobre ‘Where you stand’. Los escoceses rompen un silencio de cinco años y publicarán el próximo lunes 19 su séptimo álbum. Como regalo para los fans españoles, Travis participará en el inminente Festival Sonorama-Ribera, en Aranda de Duero, como cabezas de cartel. Travis actuará este viernes, a partir de las 22.30 horas, antes que Lori Meyers y Dorian. De momento, será el único concierto de la banda de Glasgow en España en la gira de presentación de ‘Where you stand’.

‘Where you stand’ es menos rockero que ‘Ode To J. Smith’, su antecesor y el disco más ruidoso de los escoceses desde su debut con ‘Good Feeling’. Nos encontramos a unos Travis con toda su esencia, exultantes de melancolía en voz y sonido, aunque sin llegar a los niveles de sus grandes hits: ‘Why does it always rain on me?’, ‘Driftwood’, ‘Turn’, ‘Coming around’, ‘Sing’, ‘Side’ o ‘Closer’. La mayor novedad del séptimo álbum de la banda de Glasgow supone la distribución en las labores de composición. Healy comparte en esta ocasión la responsabilidad con los otros tres miembros de la banda: el guitarrista y teclista Andy Dunlop, el bajista Dougie Payne y el batería Neil Primrose. ‘Where you stand’ ha sido mezclado en los históricos estudios Hansa de Berlín, ciudad donde reside Healy.

Los cuatro miembros de Travis en un taxi londinense: rizando el rizo de lo british

Voz, compositor y alma de la banda, Healy aprovechó el parón para estrenarse como solista con ‘Wreckorder’ (2010). Un paréntesis necesario para un grupo que apenas si había parado entre 1997 y 2008, con seis discos a la espalda, tras el grave accidente del batería Neil Primrose en una piscina de un hotel de Francia. Primrose, con tres vértebras del cuello rotas, se recuperó y evitó quedarse postrado en una silla de ruedas. Healy había avanzado que, en caso contrario, el grupo se habría disuelto. Travis había publicado entonces sus tres primeros trabajos: ‘Good Feeling’ (1997), ‘The Man Who’ (1999) y ‘The Invisible Band’ (2001).

Los escoceses aparecieron en la escena musical británica en el momento oportuno para ocupar un espacio propio a lomos de su pop melancólico e intimista emanados de la inconfundible voz y letras de Healy. Travis surgió tras el agotamiento del ‘brit-pop’ en plena posguerra musical del enfrentamiento entre Oasis y Blur. El cuarteto de Glasgow escapaba de un fenómeno que trascendió los estudios de grabación y los escenarios. Travis sonaba con personalidad propia, tanta que el mismo Noel Gallagher, fino descubridor de grupos con talento, los ensalzó y fichó como teloneros de la gira de ‘Be Here Now’ en los ‘shows’ de Reino Unido e Irlanda.

 

El gran éxito, sin embargo, estaba por llegar. ‘Travis’ se convirtió en una gran realidad en la pródiga escena musical independiente británica con ‘The Man Who’ y ‘The Invisible Band’, que triunfaron en las islas y sonaron con fuerza en toda Europa. Travis ganó el Premio Brit al Mejor Grupo Británico del año 2000, un galardón que repitió en 2002. ‘The Man Who’ conquistó, por su parte, el Brit al Mejor Álbum Británico del año 2000. Los escoceses ya eran estrellas, más su música y su estilo que ellos mismos, alejados del ruido mediático que había acompañado a Oasis y Blur. Eran los chicos buenos del pop británico y, sobre todo, los precursores de la llegada de una banda con un sonido claramente deudor de Travis: Coldplay.

No es una comparación osada. Chris Martín, líder de Coldplay, ha admitido la importancia de Travis como “inventores” de la banda de Londres y otras muchas más como, por ejemplo, Keane. Martín no ha ocultado, además, su admiración por Fran Healy. ‘Parachutes’, el maravilloso estreno de Coldplay, evoca irremediablemente a ‘The Man Who’, con el que se lleva algo menos de catorce meses. El éxito instantáneo del grupo de Chris Martín relegó, sin embargo, a Travis a un segundo plano en el que, de todos modos, se sienten más cómodos.

No son tan mediáticos como las grandes bandas británicas de los últimos veinte años (Oasis, Blur, Radiohead, Coldplay, Manic Street Preachers o Franz Ferdinand), pero ninguna de ellas se ha olvidado de Travis a la hora de reconocer influencias musicales procedentes de una banda ‘invisible’, justificando el título de su tercer álbum, melódica y agradable que a todos nos encanta escuchar. Travis en su máxima expresión.