Tras el terremoto de Lorca y varios años de arreglos, reabre el Conservatorio Narciso Yepes de la ciudad, y con fines benéficos Vetusta Morla publica un libro-disco con sus dos conciertos para recaudar fondos para su nueva vida.
El pasado 31 de mayo y el 1 de junio Vetusta Morla organizó dos conciertos benéficos para poder recaudar dinero para la reapertura del Conservatorio Narciso Yepes tras el terremoto de Lorca en 2011. La tardía llegada de fondos del Estado y de la Región de Murica, y el comportamiento cainita de varios bancos con los afectados, impidió que se pudiera reconstruir lo perdido con la celeridad propia de un país desarrollado. Fue por aquel entonces cuando Vetusta Morla unió fuerzas a la Orquesta Sinfónica de la Región de Murica (OSRM) para conseguir fondos con lo que mejor saben hacer: música.
Los conciertos supusieron un montante total de 40.000 euros entre el dinero de las entradas y los donativos realizados a cambio de poder descargarse la grabación. El dinero fue destinado a material escolar, musical y arreglos en el edificio tras los desperfectos del terremoto y que obligó a cerrarlo temporalmente. Poco dinero para lo que se necesitaba, pero por lo menos los conciertos ayudaron a que el poder político se moviera en la dirección correcta.
Para ese concierto doble en el Auditorio Víctor Villegas se interpretaron quince canciones, entre las que estaba la inédita ‘Iglús’ y que aparece ahora en el libro-disco, compuesto por un CD y DVD que reúne las grabaciones en directo acompañados de la orquesta. Tal y como explica el grupo en un comunicado, el libro repasa con textos y fotografías “cómo dos fuerzas dispares, una banda de rock y una orquesta sinfónica, se unieron en un proyecto de cooperación que, además de propiciar interesantes hallazgos musicales, ha contribuido a normalizar la educación musical en la Región”.
El DVD, además de vídeos, recoge una pieza en la que la banda explica cómo se adaptó una de las formaciones más importantes del indie español con la OSRM: un total de trece arreglistas se encargaron de adaptar al modelo sinfónico las partituras de las canciones de Vetusta Morla. El DVD también cuenta con un documental que explica cómo surgió la iniciativa y cómo Vetusta Morla se afanó por una buena causa como es la educación musical, una de las peor maltratadas por los sucesivos sistemas educativos vigentes en algún momento en España.
Vetusta Morla podría definirse como una banda de rock alternativo, nacida en Tres Cantos que mantiene su formación de sexteto y que en 2008 publicó su primer disco, ‘Un día en el mundo’, de gran éxito de crítica y público y que relanzó la música española para algo más que cantantes melódicos, latinos y empaquetados salidos de concurso de televisión. Tardarían otros tres años en publicar el siguiente, ‘Mapas’, que en 2011 confirmó que no eran banda de un solo éxito.
El grupo, que tomó su nombre de uno de los personajes de ‘La Historia Interminable’ de Michael Ende, nació en 1998 en el instituto José Luis Sampedro de Tres Cantos, fundado por Pucho (Juan Pedro Martín, voz), David García “el Indio” (batería), Jorge González (percusión), Alejandro Notario (bajo) y Guillermo Galván (guitarra). Más tarde, a finales de 1998, Juan Manuel Latorre se incorpora al grupo como guitarra y teclado, Alejandro Notario sale del grupo, completando finalmente el sexteto con Álvaro B. Baglietto.
Apenas dos años después ya tenían su primera maqueta y concursaron en varios premios de bandas de Madrid, lo que les abrió alguna que otra pequeña puerta para seguir adelante. Fue así como en 2001 contactan con el productor David Hyam y siguen adelante con más demos y maquetas, pasan por las radios minoritarias y algún que otro festival menor para luego dar el salto con el primer EP autoeditado en 2005, ‘Mira’, de apenas siete temas.
En paralelo han hecho del deambular por clubes madrileños uno de sus trabajos fundamentales, desde el Café La Palma a la Joy Eslava pasando por El Sol, Galileo Galilei, Caracol, la Sala Clamores, La Boca del Lobo, etc. El golpe de suerte llegaría en 2008 con ‘Un día en el mundo’, ópera prima exitosa que les catapultó a la fama. Después llegaría ‘Mapas’ y la particular banda sonora del videojuego ‘Los ríos de Alice’, con 14 temas y grabada por su propio sello discográfico, Pequeño Salto Mortal, fundamental para tener el control de su obra.