‘Magia a la Luz de la Luna’ es el regalo anual del director neoyorquino que ha regresado a Europa, esta vez a la Riviera francesa en los años veinte.

Woody Allen es un romántico. El director neoyorquino, pese a su contradictoria fama, destaca por su fidelidad. En ‘Magia a la Luz de la Luna’, que se estrena este viernes en España, confirma dos romances y comienza uno nuevo, absolutamente entregado, que actualmente vive y disfruta.

Allen es todo un apasionado del ilusionismo, una afición en su etapa adolescente. A sus 79 años, cumplidos este mismo pasado lunes, la curiosidad por la magia sigue intacta. La filmografía de Allen se encuentra repleta de guiños al mundo del ilusionismo. Allen interpreta, por ejemplo, a un mago tras la pista de un asesino en serie en ‘Scoop’ (2006). En la coral ‘Historias de Nueva York’ (1989), en el segmento ‘Edipo Deprimido’, acude a un espectáculo de magia en el que desaparece su controladora madre. La fascinación por los ilusionistas se extiende a hipnotizadores, como en ‘Broadway Danny Rose’ (1984) y ‘La Maldición del Escorpión de Jade’ (2001), curanderos en ‘Alice’ (1990) y adivinos en ‘Conocerás al Hombre de tus Sueños’ (2010).

En ese mundo mágico en el que Woody Allen se mueve tan bien, no hay más que recordar ‘La Rosa Púrpura del Cairo’ (1985) y ‘Medianoche en París’ (2011), faltaba una médium. Una ausencia subsanada en ‘Magia a la Luz de la Luna’ con el rostro de Emma Stone.

“En los años veinte (periodo en el que está ambientada la película) las sesiones de espiritismo, lecturas psíquicas falsas, fotografías de espíritus y todas esas tonterías eran muy populares. Siempre quise hacer una película sobre eso”, ha explicado Allen, fiel a su curiosidad adolescente por el mundo de la fantasía. Las sesiones de espiritismo “eran muy habituales, toda una sensación. Muchos famosos, como Arthur Conan Doyle (creador de Sherlock Holmes), se lo tomaban todo muy en serio. Había sucesos de todo tipo como, por ejemplo, fotografías de espíritus de las que todo el mundo hablaba”.

El fiel Allen prosigue también con su romance con Europa y, en concreto, con Francia. El director neoyorquino hace tiempo que dejó de tener solo a la Gran Manzana delante del foco de su cámara. Europa, donde Allen cuenta con menos prejuicios y más reconocimientos que en Estados Unidos, ha acogido gustosa al director de ‘Manhattan’ (1979). Los rodajes internacionales en Londres de ‘Match Point’ (2005), ‘Scoop’ (2006), ‘El Sueño de Casandra’ (2007) y ‘Conocerás al Hombre de tus Sueños’ (2010); Barcelona en ‘Vicky Cristina Barcelona’ (2008); París en ‘Medianoche en París’ (2011); y Roma en ‘A Roma con Amor’ (2012) han sumado una nueva producción: ‘Magia a la Luz de la Luna’.

Allen ha regresado a Francia. Pero si en ‘Medianoche en París’ retrataba a una onírica Ciudad de la Luz en los bohemios años veinte, en ‘Magia a la Luz de la Luna’, sin moverse de época, sí cambia de escenario. Allen se instala en la Costa Azul, en la Riviera francesa, un paraíso mediterráneo reservado para los bolsillos más acaudalados del mundo que resplandece aún más con la fotografía de Darius Khondji, que ya trabajó con Allen en ‘Medianoche en París’ y ‘A Roma con Amor’. ‘Magia a la Luz de la Luna’ se rodó, entre otras localizaciones, en Antibes, Mouans-Sartroux, Juan-les-Pins, Le Muy, Niza y el Observatorio de la Costa Azul (Niza) en la cima del monte Gros con una cúpula diseñada por Gustave Eiffel, cuya fama mundial se debe a la célebre torre parisina a la que presta su apellido.

 

Pero, si el mundo de la magia y la fantasía y su amor por Europa son idilios conocidos de Woody Allen, ‘Magia a la Luz de la Luna’ ha supuesto un nuevo romance. Alabada es la capacidad de Allen para dirigir actores, en especial actrices. El cine de Allen no sería posible sin sus musas: Diane Keaton, Mia Farrow y, recientemente, Scarlett Johansson, Penélope Cruz e incluso Cate Blanchett, a la que regaló su segundo Oscar por su papel en ‘Blue Jasmine’ (2013).

En ‘Magia a la Luz de la Luna’, el director neoyorquino se ha vuelto a ‘enamorar’. La responsable del flechazo es Emma Stone, la pelirroja de la nueva trilogía de Spiderman. Stone no solo coprotagoniza junto con Colin Firth ‘Magia a la Luz de la Luna’ sino que también rodó en el pasado verano la próxima película de Allen, aún sin título, al lado de Joaquin Phoenix.

Woody Allen es un hombre fiel, lo ha sido a su pasión por la magia, lo está siendo a los rodajes en Europa y lo ha empezado a ser con el descubrimiento de una nueva musa de pelo pelirrojo: Emma Stone. A fin de cuentas, el amor y la pasión es algo mágico:

“El hecho de que te sientas atraído por alguien la primera vez que ves a esa persona es algo inexplicable. Puedes intentar buscar razones como, por ejemplo: me gusta el estilo que tiene, su sentido del humor, su manera de pensar, su aspecto… pero, al final, no sabes por qué no te atrae otra persona que tenga el mismo estilo, sentido del humor o lo que sea. Resulta complejo porque tiene que ver con algo intangible. Seguro que dentro de millones de años, los ordenadores podrán representar matemáticamente lo que sucede, pero por ahora, y en un futuro próximo, no hay pruebas de que eso vaya a cambiar. El entusiasmo que te produce conocer a alguien y sentir algo romántico y positivo es mágico”.

Esa experiencia la conocerá Colin Firth, que no deja de ser un nuevo alter ego de Allen, con Emma Stone en ‘Magia a la Luz de la Luna’. Firth es Stanley Crawford, un mago inglés arrogante, crítico y cínico, un personaje antipático que ha triunfado como ilusionista oculto bajo el personaje del chino Wei Ling Soo. “Es un mago al que le encanta que le descubran sus errores, especialmente porque sabe que la vida es un trabajo monótono, duro, brutal, triste y sin sentido. Vivimos un rato y luego todo se termina. Eventualmente hasta el universo desaparecerá. Por eso, quizá, el cine sea el mejor antídoto contra eso”, describe Allen.

El ilusionista inglés acepta una propuesta de un amigo de la infancia, el mago Howard Burkan (Simon McBurney), que ha sido incapaz de desenmascarar a una supuesta defraudadora, una médium, Sophie Baker (Emma Stone), que vive junto con su madre (Marcia Gay Harden) en el sur de Francia con una familia rica estadounidense, los Catledge. La viuda Grace (Jacki Weaver) ha pedido ayuda a Sophie para contactar con su difunto marido. Lo que parecía un fraude será, sin embargo, algo inesperado para el incrédulo ilusionista interpretado por Colin Firth.

Y es que, como sostiene Woody Allen, “el entusiasmo que te produce conocer a alguien y sentir algo romántico y positivo es mágico”. Colin Firth y Emma Stone experimentan esa inexplicable sensación a la luz de la luna de la Riviera francesa.

FICHA TÉCNICA DE ‘MAGIA A LA LUZ DE LA LUNA’:

Título original: ‘Magic in the Moonlight’. Dirección y guion: Woody Allen. País: Estados Unidos. Año: 2014. Duración: 97 minutos. Género: Comedia dramática. Reparto: Colin Firth (Stanley Crawford), Emma Stone (Sophie Baker), Hamish Linklater (Brice), Marcia Gay Harden (Mrs. Baker), Jacki Weaver (Grace), Erica Leerhsen (Caroline) y Eileen Atkins (tía Vanessa). Producción ejecutiva: Ronald L. Chez y Jack Rollins (coproductor ejecutivo). Producción: Letty Aronson, Edward Walson, Stephen Tenenbaum, Raphäel Benoliel (coproductor) y Helen Robin (coproductora). Fotografía: Darius Khondji. Montaje: Alisa Lepselter. Diseño de producción: Anne Seibel. Vestuario: Sonia Grande. Distribuidora: Warner Bros. Pictures España.