Alberto Rodríguez firma un soberbio policiaco ambientado en la Transición y el “magnético” paisaje de las marismas del Guadalquivir. Apunta a un lugar privilegiado en el palmarés del Festival de San Sebastián.
‘La Isla Mínima’ “comenzó hace unos cuantos años, en una exposición de fotos a la que acudí con Alex Catalán, director de fotografía y buen amigo. El fotógrafo sevillano Atín Aya se había dedicado a captar los últimos vestigios de una forma de vida que se desarrolló en las marismas del Guadalquivir durante medio siglo. Muchas de las fotografías eran retratos de lugareños y desprendían una especie de resignación, desconfianza y dureza que acompañaba a aquellos rostros anclados en el pasado y que, con la mecanización del campo, quizás no tendrían sitio en un futuro inmediato. La exposición era el reflejo del fin de un tiempo, de una época. Éste fue mi primer contacto con ‘La Isla Mínima’, un paisaje crepuscular, el decorado de un western de fin de ciclo”.
Alberto Rodríguez desembarca en la nueva cartelera española con una propuesta con una atmósfera que recuerda a ‘True Detective’ (HBO). El director sevillano estrena este viernes su sexto largometraje tras ‘El Factor Pilgrim’ (2000), ‘El Traje’ (2002), ‘7 Vírgenes’ (2005), ‘After’ (2009) y ‘Grupo 7’ (2012). ‘La Isla Mínima’, su proyecto más ambicioso, se rodó en el pasado otoño, antes de que ‘True Detective’ revolucionara el panorama de la televisión. Es el segundo policiaco de Alberto Rodríguez tras ‘Grupo 7’, Goya al Mejor Actor de Reparto (Julián Villagrán) y Goya al Mejor Actor Revelación (Joaquín Núñez), más otras catorce candidaturas, entre ellas Mejor Película, Director y Actor (Antonio de la Torre). “Me gusta mucho el género negro. Creo que trata siempre de personas al límite y que los personajes en estas películas son más atractivos”, subrayaba el realizador andaluz tras adentrarse por primera vez en el cine policiaco con ‘Grupo 7’.
‘La Isla Mínima’, una producción de Atípica Films, Sacromonte Films y Atresmedia Cine, llega con el enorme aval de la estupenda recepción de la crítica y el público en el presente Festival de San Sebastián. La película se ha proyectado en la Sección Oficial y es una clarísima candidata al palmarés de la 62ª edición de Zinemaldia. ‘La Isla Mínima’ sería una acertada Concha de Oro. Este sábado se conocerá el fallo del jurado. Para Alberto Rodríguez, “nuestro empeño ha sido hacer una película de suspense clásica. Es cierto que la trama está imbuida de una considerable ambigüedad moral que nos sirve como materia prima para construir el relato y que puede dejar la sensación de que este queda abierto, pero es al espectador a quien le corresponde cerrarlo”.
Dos agentes con personalidades antagónicas son enviados en plena Transición, en el año 1980, a investigar la desaparición de dos adolescentes en un remoto pueblo de las marismas del Guadalquivir, que se convierten en un personaje más de ‘La isla Mínima’, al igual que el contexto histórico de la trama. “El río subterráneo que lleva por debajo (la trama) habla del año 1980, que fue muy tenso, habla del choque que se produce entre un policía que viene del anterior régimen (Javier Gutiérrez) y otro que viene con aires nuevos y renovadores (Raúl Arévalo)”. Alberto Rodríguez se inspira, además, en ‘2666’, novela póstuma del chileno Roberto Bolaño que se acerca a los asesinatos de mujeres en una ficticia ciudad que recuerda a Ciudad Juárez, y en cintas clásicas del género negro como ‘El Cebo’ (Ladislao Vajda) y ‘Chinatown’ (Roman Polanski).
Pedro (Raúl Arévalo), que en dos meses será padre de un niño, es una promesa dentro del Cuerpo de Policía. El agente de los nuevos tiempos: progresista, tolerante y moderno que se opone frontalmente a los métodos arcaicos y violentos de la vieja escuela y del antiguo régimen. Es un ideólogo, un político, un teórico maniático y riguroso, un Che Guevara de salón que en el fondo, pese a sus buenas intenciones, no tendrá reparos en ir transformándose para saciar su vanidad, esa que en todo momento le espolea en su objetivo más urgente: ser un héroe con aspiraciones políticas.
“Los 80 fueron una época confusa y extraña (…). A toro pasado se ve que ni la luz que creíamos ver era tanta luz, ni el cambio fue tan radical, ni tan limpio, sino que todo fue muy confuso y cada uno salió como pudo. Pedro, mi personaje, en teoría tiene las cosas muy claras pero al final ve que, en la práctica, no son tan fáciles de llevar a cabo”, analiza Raúl Arévalo, en declaraciones a la Agencia Efe. Arévalo firma su primer gran papel dramático tras aprovechar su vis cómica de la mano de Daniel Sánchez Arévalo en ‘Gordos’ (2009) y ‘Primos’ (2011).
En ‘La Isla Mínima’, está acompañado por Antonio de la Torre, Nerea Barros, Salva Reina, Manolo Soto, Jesús Castro, el nuevo chico de moda del cine español tras el éxito de ‘El Niño’, y, sobre todo, Javier Gutiérrez, que se aleja también de sus habituales papeles de comedia. Gutiérrez interpreta a Juan, un policía soltero que ha vivido para el trabajo y, por y para, los placeres. Es un hedonista de barra americana. Un vividor con placa y pistola. Un policía de la vieja escuela. Violento y sin miramientos. Durante años ha trabajado para la Brigada Político Social y es experto en torturas. Mortalmente enfermo, busca redimirse por su pasado y trata de reconciliarse con el género humano desarrollando una empatía desconocida por él.
Gutiérrez conecta la época que retrata ‘La Isla Mínima’ con el presente: “Lo trágico, lo pavoroso para nuestra sociedad, es que entre 1980 y 2014 no ha cambiado nada. Bueno, sí, han cambiado cosas pero no las que debían cambiar para que dejemos de caer una y otra vez en los mismos errores (…). Los políticos, la corruptela de los 80, sigue a día de hoy, aunque quizá hoy tengan más delito porque entonces salíamos de una dictadura y ahora ya tendríamos que haber aprendido algo”, lamenta en una entrevista a la Agencia Efe.
‘La Isla Mínima’ es un policiaco con todos los elementos necesarios del género: una historia de dos niñas desaparecidas, una investigación, el enfrentamiento profesional y personal de una pareja de policías y una trama oculta que resolver. Pero, además, una radiografía de una época convulsa que “aumenta la tensión” del relato. Alberto Rodríguez precisa que, “en 1980, había una crisis económica, también había debate territorial sobre cómo debe organizarse España), problemas con leyes como la del aborto. Había una sensación de algo especular, de reflejo de lo que hay ahora en España”. Y de fondo el duro paisaje de las marismas: “un territorio inmenso, muy duro, magnético, pero realmente inhóspito y cruel. Y lo fue”.
“Ha sido una película muy difícil de rodar, muy física para todos y cada uno de los miembros del equipo. La cosecha de arroz nos obligó a adelantar todo el rodaje. La climatología nos mostró todas sus caras, con máximas de 42 grados al final del verano y mínimas de 2 grados bajo cero, a finales de noviembre. Cualquier paso que dábamos, por la vastísima extensión del lugar, era un desafío logístico (…). Casi de lo que estoy más contento es de haber conseguido mantener a los actores a resguardo de las ‘inclemencias’ del rodaje, de todas esas dificultades que afrontábamos a diario”, ha corroborado el director de ‘La Isla Mínima’.
“Al final, ‘La Isla Mínima’ es una película con un corte clásico, en cuanto a la investigación y al desarrollo de los personajes; pero con un mar de fondo revuelto, denso, cenagoso, impenetrable… casi como el lecho de la propia marisma. Es la película más cercana al género que he dirigido, pero al mismo tiempo tiene una identidad propia que la hace distinta, especial”. Alberto Rodríguez firma la mejor película policiaca española desde ‘No Habrá Paz para los Malvados’ (Enrique Urbizu) (2012).
“Soy muy buen espectador de cine policiaco y un gran lector de novela negra y, además, teniendo en cuenta que es un género que refleja la parte más sucia y oscura de nuestra sociedad, hasta cierto punto es lógico que el cine negro siempre emerja en épocas de crisis (…). Además ocurre otra cosa también y es que en España le hemos perdido el miedo a servirnos del género”. Antes que ‘True Detective’, Alberto Rodríguez ya había profundizado en las marismas del Guadalquivir las miserias del ser humano.
FICHA TÉCNICA DE ‘LA ISLA MÍNIMA’:
Dirección: Alberto Rodríguez. País: España. Año: 2014. Duración: 105 minutos. Género: Policiaco. Reparto: Raúl Arévalo (Pedro), Javier Gutiérrez (Juan), Antonio de la Torre (Rodrigo), Nerea Barros (Rocío), Salva Reina (Jesús), Jesús Castro (Quini) y Manolo Soto (Periodista). Guion: Rafael Cobos y Alberto Rodríguez. Producción: Mercedes Gamero, Gervasio Iglesias y Mikel Lejarza. Fotografía: Alex Catalán. Música: Julio de la Rosa. Montaje: José M.G. Moyano. Diseño de producción: Manuela Ocón. Vestuario: Fernando García. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.
Imágenes del rodaje