Esta semana llega una buena película española, pero con la guerra de Afganistán de fondo. El gremio nacional demuestra que tiene talento para un género muy complicado cuando los recursos son limitados, y sobre todo no se tiene demasiada experiencia. Pero los críticos juzgan: un pequeño gran acierto.
Con dirección de Adolfo Martínez, guión de Luis Arranza y Andrés M. Koppel, música de Roque Baños, dinero de cinco inversores diferentes (entre ellos Movistar + y RTVE), más un batallón de rostros nuevos y un par de veteranos (Ariadna Gil y Roberto Álamo): así se construye ‘Zona hostil’, un filme sobre la presencia de las tropas españolas en Afganistán, aunque, eso sí, dramatizada. Todo un drama bélico “basado en hechos reales”, y el entrecomillado tiene su razón, porque todos sabemos que una cosa es la realidad de una guerra televisada casi al minuto (más otro tanto oscurecido para evitar denuncias contra las tropas occidentales o el gobierno afgano, aunque los españoles destacaron por su legalismo, por cierto).
Sinopsis oficial: Año 2012. A un convoy americano escoltado por la Legión española le estalla una mina al norte de Afganistán, y el inexperto Teniente Conte (Raúl Mérida) queda al mando de una dotación para proteger a los heridos hasta que los evacuen. La capitán médico Varela (Ariadna Gil) acude al rescate en un helicóptero del Ejército Español, pero el terreno cede durante el aterrizaje y el helicóptero vuelca, dejando a los rescatadores atrapados junto a los legionarios en medio de la nada. El impulsivo Comandante Ledesma (Antonio Garrido) propone un arriesgado plan para rescatarlos a todos y, además, llevarse el aparato siniestrado. Pero con la noche llega el enemigo talibán, y el plan sólo será posible si todos logran sobrevivir hasta el amanecer.
Es poco habitual que el cine español se meta en estos fregados. España no es país para guerras, entre otras cosas porque ha estado en demasiadas, y sufrió en sus propias carnes una de las peores de todas, una Guerra Civil que inoculó el antídoto pacifista en el país durante generaciones. Los españoles responden de forma innata contra la guerra, y da igual la tendencia política: hay tantos alérgicos a las balas y al esfuerzo bélico entre conservadores como entre progresistas. Por eso todos los participantes tuvieron máximo cuidado de presentar la historia como lo que es: un acto de heroísmo y solidaridad para proteger heridos frente a un enemigo común.
Lo más curioso de todo es que Adolfo Martínez es debutante: esta es su primera película, y es evidente que lo ha puesto todo en ella. Pero es un resultado alternativo: más que una película bélica es casi un diario de sucesos de aquel episodio. No es un filme tradicional con la guerra de fondo. Quizás se deba al miedo a meter la pata, a dramatizar en exceso (algo que los norteamericanos no tienen reparo en hacer con propósitos propagandísticos muchas veces), o porque Martínez tuvo sobre el hombro a los asesores de las Fuerzas Armadas en todo momento, que debieron atarle en corto. Eso puede ser malo para el cine, o muy bueno: todo depende de si te coartan la expresión artística y dramática, o bien te salvan de un resultado desastroso e irreal. Es una película que tiene ese fallo: es tan meticulosa en cada instante que se la nota atrapada por no desbarrar. Pero muy digna y encomiable.
Ficha de ‘Zona hostil’:
Título original: Zona hostil. Año: 2017. Duración: 93 min. País: España. Género: drama bélico. Director: Adolfo Martínez. Guión: Luis Arranz, Andrés M. Koppel. Música: Roque Baños. Fotografía: Alfredo Mayo. Reparto: Ariadna Gil, Roberto Álamo, Raúl Mérida, Antonio Garrido, Ingrid García Jonsson, Jacobo Dicenta, Ismael Martínez, David de la Torre, Nasser Saleh, Mariam Hernández, Berta Hernández, Ruth Gabriel. Producción: Tornasol Films / Castafiore Films / Hernández y Fernández PC / RTVE / Movistar +.
Ariadna Gil (arriba) y Roberto Álamo (abajo), los dos actores principales del filme