El Museo de Arte Abstracto Español presenta una exposición dedicada a la obra gráfica del polifacético artista suizo Max Bill (1908-1994). La obra de Bill –pintor, arquitecto, escultor, diseñador gráfico, tipográfico e industrial, publicista y educador– se cuenta entre las pioneras del llamado “arte concreto”.
Titulada como un texto escrito por Max Bill en 1972, en el que el artista argumenta en detalle la originalidad esencial de la obra de arte producida en serie, la muestra presenta casi un centenar de obras que van desde sus primeros experimentos con el grabado, a finales de los años treinta, hasta su última serie, de 1994. Entre las obras seleccionadas se encuentran obras pertenecientes a series o grupos cerrados (como quince variaciones sobre un mismo tema, de 1938) y piezas individuales, así como siete pinturas relacionadas con sus diversos experimentos en el terreno de la obra gráfica. La exposición permitirá constatar la coherencia de la obra gráfica de Max Bill con relación a sus planteamientos teóricos y también su interés por investigar las formas constitutivas de la obra de arte.
Bill afirmaba que una obra de arte concebida para ser multiplicada es tan original como una obra única, y va desgranando interesantes consideraciones sobre la difusión de ideas artísticas gracias a los métodos de reproducción, sobre la diferencia entre el valor interior de una obra y el de su infrecuencia, y otras aún más interesantes y hermosas sobre el peculiar tipo de relación participada que se establece entre quien posee las obras de arte (“objetos para el uso espiritual”) y quien las ha creado, es decir, el artista. Esta exposición ha sido pensada con la intención de hacer visibles esas verdades. En el catálogo, además de textos y comentarios de Max Bill, se incluyen sendos trabajos del hijo del artista, Jakob Bill sobre su padre y las artes gráficas y una biografía suya. Se ha utilizado en todos los casos la letra minúscula, siguiendo la práctica tipográfica habitual de la Bauhaus en sus publicaciones.
El polifacético Max Bill (1908-1994) se formó en los principios de la Bauhaus (de la que fue alumno) con maestros como Vasily Kandinsky, Josef Albers, Paul Klee u Oskar Schlemmer; desde el primer momento alternó una intensa dedicación a las distintas vertientes del arte con su faceta como docente e investigador. Sus investigaciones teóricas y plásticas le llevaron a impulsar el concepto de “arte concreto” que avanzara Teo van Doesburg, a integrarse durante un tiempo en el grupo abstraction-création y a ir sumando con el tiempo a numerosos discípulos. Bill destacó en muchos campos: como pintor, como arquitecto, como escultor -con numerosa obra en espacios públicos- y como grabador, como publicitario y diseñador gráfico de carteles, libros y revistas; también como creador de tipografías y autor de importantes diseños para la industria.
Y todo ello mientras se volcaba en la docencia, en la investigación y en iniciativas editoriales, formativas y ciudadanas. Así, fundó y dirigió, por ejemplo, la Hochschule für Gestaltung en Ulm, Alemania, y extendió su magisterio a gran parte de Europa y del sur y norte de América. Da título a esta exposición un texto (inédito hasta ahora en español, al igual que la entrevista que lo acompaña, que se recogen en el catálogo) escrito por Bill en 1972, en el que, sintética y brillantemente, se ocupa de si es aplicable el concepto de “original” (procedente de la teoría ilustrada y romántica que concibe el arte como producto del genio) a la obra de arte en un tiempo en que las crecientes posibilidades técnicas han hecho de la obra de arte (y la de las imágenes en general) algo “reproducible”, algo “multiplicable”.
Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca
De martes a viernes y festivos: 11–14 h. y 16–18 h. Sábado: 11–14 h. y 16-20 h. Domingos: 11–14:30 h. Lunes: cerrado
Entradas. Normal: 3 € / Reducida: 1,50 € / Gratuita: Nacidos y residentes en Cuenca y menores de 10 años.