No hay fechas de estreno, ni datos concretos sobre reparto, logística o financiación, pero la semilla de ‘The Laivathan’ está ya más cerca de germinar gracias a Neill Blomkamp y Simon Kinberg, que producirán este proyecto.
‘The Leviathan’ es una idea que primero fue fantasía, luego corto y finalmente será película gracias a que ya tiene padrinos, Blonkamp (‘Distrito 9’, ‘Elysium’, ‘Chappie’) y Kinberg (guionista y productor de la nueva saga ‘X-Men’ y parte de la jefatura de la nueva Star Wars) a través de 20th Century Fox. Ambos se ocuparán de sacar adelante el cruce entre ‘Moby Dick’ y ‘Dune’, unas premisas muy ambiciosas que contarán con Ruairi Robinson como director. Habrá que esperar, eso sí, a que Blonkamp termine con su regreso a la saga ‘Alien’. Paciencia.
‘The Leviathan’ ha seguido las premisas del marketing de toda la vida en el nuevo cine: tocar en las puertas y colgar en Youtube un teaser trailer para que los interesados puedan ver con sus propios ojos un aperitivo de lo que podría ser. Y nada calienta más la cabeza de un creativo que un “podría ser grandioso”. La dirección será del mismo que ha realizado el corto, Robinson, el 50% de un proyecto que cuenta con un guión de Jim Uhls, uno de los padres de ‘El club de la lucha’, ahí es nada. Robinson fue nominado al Oscar por el corto de animación ‘Fifty Percent Grey’ (2001) y debutó en el largometraje con ‘Los últimos días en Marte’ (‘The Last Days on Mars’, 2013).
La base del proyecto es una historia similar a la de ‘Dune’: en un planeta recóndito existen unas criaturas cuyos huevos generan compuestos que sirven a la tecnología humana del siglo XXII para poder hacer viajes interestelares. Deben conseguirlos a toda costa, pero no va a ser fácil. Algo parecido ocurre con el clásico de la ciencia-ficción: los gigantescos gusanos de Arrakis generan un compuesto vital para la maquinaría humana, la “especia”, que es recolectada para poder mantener el sistema. Pero eso genera una larga serie de conflictos. Aquí es donde se diferencia, porque la historia parece centrarse más en la propia caza de la bestia, obsesiva y sin piedad, lo que retrotrae a ‘Moby Dick’.