Nueva temporada de la Sala Alcalá 31 con la exposición ‘Carlos León. Pink Requiem’. Esta muestra, comisariada por María de Corral, es la primera exposición individual del artista en el ámbito institucional madrileño y ofrece un recorrido por las obras más destacadas de su producción.

Consta de un conjunto de más de cincuenta obras relevantes, producidas a lo largo de las últimas cuatro décadas que dan una amplia visión de las diferentes técnicas y soportes que el artista ha utilizado en su trabajo. Distribuidas en las dos plantas de la sala, se podrán apreciar, por un lado, treinta y cinco pinturas de gran formato, agrupadas, en ocasiones, en composiciones formando dípticos o trípticos, y por otro, una serie de trabajos de nueva creación producidos específicamente para esta exposición, ofreciendo al espectador una visión completa y diversa de la trayectoria del artista hasta nuestros días.

La elección de ‘Pink Requiem’ como título identificativo de esta muestra es una verdadera declaración de principios, que hace referencia a la convivencia entre su actitud de búsqueda y renovación y su profunda admiración por el devenir de la historia del arte, siempre presente en la obra del pintor. ‘Pink Requiem’ es, por otra parte, el título de un ciclo de obras que el artista inicia hace años y  mantiene aún abierto a nuevas producciones. La exposición no tiene un carácter retrospectivo, sino que intenta acercarnos al quehacer de Carlos León mediante un recorrido construido alrededor de las obras más representativas producidas dentro de las diversas líneas de trabajo emprendidas por él, desde los años ochenta hasta la actualidad. En esta selección vemos como el artista ha ido profundizando, a lo largo de los años, en los temas que ya se encontraban en sus primeras obras, tales como el paisaje, la naturaleza, la filosofía, la música, el psicoanálisis, la mitología o la poesía siendo sus últimos trabajos la culminación de toda la experiencia adquirida en su largo recorrido.

Carlos León (Ceuta, 1948) es una de las figuras más destacas de la pintura española de las últimas décadas. Su trayectoria ha estado intensamente vinculada a los desarrollos del arte de su tiempo. En 1972, siguiendo su creciente vocación artística, se traslada a París, donde reside un año y se relaciona con los artistas del movimiento Supports-Surfaces. Su encuentro directo con el expresionismo abstracto norteamericano, a través de una exposición de Barnett Newman en el Grand Palais, y la proyección de este sobre buena parte del arte europeo de aquellos días, fueron los cimientos de sus propias búsquedas.

El nomadismo de su trayectoria personal, la complejidad de su formación, entre lo americano y lo europeo, así como su peculiar temperamento, siempre dispuesto a emprender nuevas mudanzas y a afrontar nuevos retos, han ido modelando en Carlos León una personalidad artística de profundo calado que, junto al virtuosismo de su técnica, el rigor en su evolución, la intensidad de su arquitectura cromática, su sabio acercamiento a lo sensual y a lo desgarrado, a lo salvaje y a lo más refinado, le han llevado a ocupar un lugar prominente y singular entre los artistas españoles de nuestro tiempo.

Con motivo de la exposición, se ha editado un catálogo con un texto de la comisaria María de Corral, un ensayo de José Jiménez, Catedrático de Estética y Teoría de las Artes en la Universidad Autónoma de Madrid, comisario y crítico de arte; y una entrevista realizada al artista por Tania Pardo, Responsable del Departamento de Exposiciones de La Casa Encendida y comisaria independiente.
Como complemento a la muestra, la Comunidad de Madrid ha organizado los Encuentros en Alcalá 31, en los que el público tendrá la oportunidad de recorrer la exposición con el propio artista u otros especialistas vinculados a su obra: Carlos León, 24 de septiembre; Tania Pardo, 22 de octubre y Fernando Castro Flórez, 19 de noviembre. Jueves 19.00 h.