Hace unos días varios medios de comunicación, como ‘El Mundo’, publicitaban el miedo de varios medios especializados respecto al futuro del Centro Príncipe Felipe de Valencia, uno de los pocos que hay en el mundo dedicado de forma total al estudio sobre células madre. En su sección de Ciencia publicaban que la revista ‘Nature’, la referencia de este campo junto con ‘Science’, denunciaba los recortes a este centro, y las opiniones de algunos de los mayores especialistas de este campo sobre su labor y la pérdida que supondría su cierre.
El artículo del diario español, firmado por Miguel Corral, decía que “la revista reconoce al centro como una de las banderas de la investigación valenciana y resalta la importancia de algunos de sus hallazgos en el campo de la medicina regenerativa y la bioquímica. “El centro fue inaugurado en 2005, con la financiación principal del Gobierno de Valencia, que invirtió millones de euros para convertir al CIPF en el cetnro neurálgico de la investigación biomédica de la región. Tras la explicación de la dramática situación económica que ha llevado al centro a hacer un expediente de regulación de empleo que tumbará más de la mitad de las líneas de investigación y echará por tierra alrededor de 100 puestos de trabajo, la publicación recoge las opiniones de científicos de renombre que han colaborado con el CIPF”.
Pero no sólo es la crisis, ya que ‘Nature’ asegura que el centro fue capaz de captar hasta 7 millones de euros de fuentes externas, pero que todo ese dinero se ha perdido. La comunidad científica internacional asegura que fue la mala gestión de las autoridades la que ha alimentado también la situación crítica. Ludovic Vallier lamenta la stuación del centro y asegura que la pérdida de financiación y de recursos humanos tendrá u impacto tremendo y que “hará retroceder la investigación en España hasta 10 años atrás”.