Con esta nueva obra en la que “sorprende, hace reír y cuenta historias extraordinarias”, el catalán Ramón Boldú utiliza su propia vida para contar una historia muy concreta con valores contraculturales propios.

Ramón Boldú insiste en hacer reír al personal con el peculiar relato de su vida que Astiberri publicará el 23 de enero próximo. Se va hasta otoño de 2003 para contar en ‘Perdidos por el más allá’ el inicio de una nueva relación en serio, la tercera después de sus dos primeros divorcios. Boldú se involucra, en este primer tomo de una tetralogía, en la gestación de un club de intercambios y lo decora pintando su particular versión de ‘El jardín de las delicias’, del Bosco.

La directora del garito va a ser Ana Flash, amante del director de orquesta propietario del club, una joven a la que le han metido en la cabeza que está poseída por Eva Perón y que tiene poderes; todo gracias a los experimentos a los que está siendo sometida por un investigador de la NASA, colaborador de Jiménez del Oso y amigo del dibujante… Boldú en estado puro. “Sin salirse del costumbrismo, siempre acaba contando historias extraordinarias tanto en el sentido literal como en el figurado de la palabra”, asegura el editor y traductor, Óscar Palmer.

Ramón Boldú (Lleida, 1951) se revela como pionero en España de los cómics autobiográficos en los 90 con obras como ‘Bohemio pero abstemio’ y ‘Memorias de un hombre de segunda mano’, que fueron serializadas en la revista El Víbora y reeditadas en 2009 por Astiberri en un volumen integral. Su muy particular periplo vital trasladado al papel continúa con ‘El arte de criar malvas’ (Astiberri, 2008) y ‘Sexo, amor y pistachos’ (Astiberri, 2010), y, tras vérselas con la figura del poeta Miguel Hernández en ‘La voz que no cesa’ (EDT, 2014), realizado junto con Ramón Pereira y recuperado en 2017 por Astiberri, prosigue en ‘La vida es un tango y te piso bailando’ (Astiberri, 2015), en ‘Los sexcéntricos. De la creación al calvario’ (Astiberri, 2017), y concluye por ahora en ‘Perdidos por el más allá’.