Quizás uno de los mejores actores que ha dado España, uno de esos “de carácter” que supo marcar su particular dicción y personalidad a cada personaje que hizo en cine, televisión y teatro. Juan Luis Galiardo ha muerto.
Galiardo era un animal de las tablas que arrollaba con su particular “tira p’alante” ibérico que le valió ser tan tierno como furibundo cuando hacía falta. Un actor capaz de reinventarse desde el papel de galán y canalla de la posguerra hasta el hombre maduro, reflexivo y desengañado de muchos de sus grandes papeles, como el de ‘Familia’ de León de Aranoa, donde para poder disfrutar de una familia de verdad contrataba una.
Galiardo muere con 72 años tras padecer una enfermedad “rápida y devastadora”, es decir, lo que todos pensamos. Pero los detalles no tienen importancia, sólo cuenta lo que deja atrás. Para empezar películas como ‘El disputado voto del señor Cayo’, ‘Madregilda’, ‘Familia’, ‘Lázaro de Tormes’, ‘El caballero Don Quijote’, ‘Todos a la cárcel’ o la última, con Álex de la Iglesia, ‘La chispa de la vida’.
En el año 2000 ganó el premio Goya al mejor actor protagonista por su interpretación en la película ‘Adiós con el corazón’, dirigida por José Luis García Sánchez. A lo largo de su carrera recibió dos nominaciones más de la Academia, por su papel en el reparto de ‘El vuelo de la paloma’ y otra como protagonista de ‘El caballero Don Quijote’ (2002, firmada por Manuel Gutiérrez Aragón). Queda inédita su última labor, la de secundario en ‘Gran Hotel’, todavía por estrenar la nueva temporada en Antena 3.

Juan Luis Galiardo nació en 1940, en San Roque (Cádiz), el mayor de seis hermanos, hijo de un ingeniero agrónomo trasladado a Badajoz. . Pero su infancia y juventud serán recuerdos de un patio pacense, donde su padre, por motivos laborales, fue trasladado. Practicó el atletismo y estudió Ingeniería Agrónoma, de ahí pasó a Económicas y Derecho, en Madrid.
Sin embargo, su amistad con alumnos de la Escuela de Cinematografía le llevó a apasionarse por el cine, de tal manera, que abandona sus estudios en 1961, para ingresar al año siguiente en la Escuela Oficial de Cine, donde se tituló, y en la de Arte Dramático. Fundó el grupo T.E.I (Teatro Experimental Independiente), dirigido por Miguel Narros. En los 60 se convirtió en uno de los galanes del cine español, registro que le dio la oportunidad de llegar al extranjero, especialmente en México, donde llevó a cabo una gran actividad televisiva y cinematográfica y donde recibió en 1982 el Premio Heraldo al mejor actor de habla hispana.
Su reconversión llegría a partir de los años 70 y 80, primero en México y luego en España, donde despuntó con ‘El disputado voto del señor Cayo’ (1986), de Antonio Giménez Rico; ‘Pasodoble’ (1987), de José Luis García Sánchez; ‘Soldadito español’ (1988), de nuevo con Giménez Rico, y ‘El vuelo de la paloma’ (1989), de José Luis García Sánchez; además de las series de TVE ‘Pedro I el Cruel’ (1988) y ‘Juncal’ (1989). En la década siguiente intervino en cintas como ‘MadreGilda’, de Francisco Regueiro; ‘Todos a la cárcel’, de Luis García Berlanga; ‘Suspiros de España … y de Portugal’, de García Sánchez o ‘Pajarico’ y ‘Tango’, ambas de Carlos Saura. En Televisión Española, la serie ‘Turno de oficio’ fue la que puso de manifiesto la evolución de Galiardo hacia papeles más maduros. Rompió con su imagen de galán y empezó a interpretar todo tipo de personajes, desde los más cómicos hasta los más dramáticos de los protagonistas a los secundarios.
En 2009 rodó los ‘Esperpentos’ de Valle-Inclán, en el que sería su último trabajo junto a dos de sus grandes amigos, García Sánchez y el actor Juan Diego. Sus papeles en ‘El caballero Don Quijote’ y ‘Miguel y William’ le han permitido ser, junto a Peter O’Toole, el único actor que ha interpretado a Cervantes y al personaje de su creación, Don Quijote de la Mancha.

