Un ataque al corazón se ha llevado por delante a uno de los mejores y más carismáticos actores que ha dado la televisión y el cine en los últimos años, James Gandolfini, el eterno Tony Soprano. 

El actor James Gandolfini, conocido por interpretar al mafioso Tony Soprano en la popular serie televisiva ‘Los Soprano’ (entre 1999 y 2007), falleció en Italia a los 51 años víctima de un infarto, según los primeros indicios y según comunicó la cadena HBO, donde se hizo famoso y con la preparaba una nueva serie de televisión actualmente (‘Criminal justice’). Gandolfini estaba de vacaciones y tenía previsto asistir a la 59 edición del Festival de Cine de Taormina, en Sicilia, para participar en un evento durante el próximo fin de semana junto con el director Gabriele Muccino.

“Estamos todos conmocionados y sentimos una tristeza imposible de medir por la pérdida de un querido miembro de nuestra familia. Era un hombre especial, un gran talento, pero lo más importante, una persona amable y cariñosa que trataba a todo el mundo con el mismo respeto. Llegó el corazón de muchos con su humor, su calidez y su humildad. Nuestros corazones y oraciones están con su mujer y sus hijos en este momento de dolor”, ha indicado HBO en una declaración oficial. La noticia ha golpeado especialmente al gremio de actores y a EEUU, donde era toda una leyenda y por la calle le saludaban llamándole Tony. Las redes sociales se llenaron de frases de despedida al actor y los medios han dado buena cuenta de su muerte, muy joven para los parámetros actuales, apenas 51 años. Le sobreviven su esposa, Deborah Lin, una hija, Liliana, nacida el año pasado, y un hijo adolescente, Michael, fruto de su matrimonio con Marcella Wudarski, que terminó en divorcio.

 

Gandolfini, en el centro, con el resto del reparto de ‘Los Soprano’

‘The Sopranos’ fue nombrada el pasado 3 de junio la serie de televisión mejor escrita de la historia por el sindicato de guionistas de EEUU (WGA), un trabajo que inmortalizaría al mafioso con problemas psicológicos Tony Soprano, perfectamente protagonizado por Gandolfini, secundario en muchas películas como matón, sicario o mafioso, y que finalmente logró el protagonismo con frases brutales y una interpretación sin concesiones. Tan bueno como para ganar dos Emmy al mejor drama y él ser reconocido por el oficio como uno de los grandes, si bien en la gran pantalla nunca tuvo tanto éxito como en la televisión, donde había decidido volver también con HBO.

Gandolfini cosechó tres premios Emmy por su papel de Tony Soprano (2000, 2001 y 2003), así como un galardón de mejor actor por ese personaje en los Globos de Oro (2000). En la gran pantalla, se le pudo ver recientemente en la comedia ‘The Incredible Burt Wonderstone’ y el año pasado en ‘Zero Dark Thirty’, donde interpretaba al jefe de la CIA en la caza a Osama Bin Laden. Otros títulos en su filmografía son ‘The Man Who Wasn’t There’ (2001), ‘The Taking of Pelham 1 2 3’ (2009) y ‘Killing Them Softly’ (2012).

Y como en la serie, Gandolfini era un italoamericano de New Jersey, hijo de un inmigrante italiano pluriempleado. Estudió Comunicación en la Universidad de Rutgers y después tuvo muchos trabajos, desde camionero de reparto a gerente de discotecas y dueño de su propio bar en Manhattan. Hasta en eso parecía seguir preparando a Tony Soprano. No sería hasta más tarde cuando empezó a recibir clases de interpretación; dos años de estudios y empezó su trabajo en Broadway a principios de los 90. A partir de ahí escaló con rapidez: participó en ‘Amor a quemarropa’ con Tarantino y en éxitos de taquilla como ‘Velocidad terminal’ y ‘Coacción a un jurado’; en la primera hizo de terrorista y en la segunda de mafioso. Ya por aquel entonces le marcaba su fuerte presencia física y el carácter, que eclosionaría en 1999 cuando fue elegido para interpretar a Tony Soprano.