La principal institución del cine español pasa página después de años convulsos y convoca elecciones para el próximo 24 de mayo y así elegir nuevo presidente.

Además del presidente se renovará buena parte de la cúpula de la institución, acosada por los efectos de la crisis económica, los recortes en subvenciones públicas y el resquemor del PP contra un sector que siempre le ha sido resistente y protestón. Este relevo dará salida a Enrique González Macho, distribuidor y uno de los ejemplos de los efectos para el sector que ha tenido la combinación de internet más crisis económica. Apenas le quedan ya 20 salas de cine abiertas de las cerca de 200 que tenía hace unos años, y por sus declaraciones públicas los culpables son claros: mala política cultural, la piratería y la crisis económica.

Con la decisión de González Macho de retirarse y de optar por nuevos caminos lo cierto es que se abre otro camino que, según una minoría, debería retomar la misma dirección que ya tuvo con Álex de la Iglesia, es decir, la necesaria reconversión del sector hacia internet y las plataformas de descarga legal de contenidos. Así se reduciría mucho el efecto de la piratería y se abrirían nuevas vías de distribución que asegurarían la sostenibilidad económica. Pero De la Iglesia se fue casi empujado por la entonces ministra socialista Sinde y por buena parte del oficio, que le veía como un quintacolumnista del mundo de internet.

Álex de la Iglesia

Sea como fuere, el proceso de cambio y renovación ya está en marcha. La institución creará un censo electoral con los académicos con derecho a presentarse a las elecciones, con el plazo abierto hasta el 10 de abril próximo. Asimismo, la Academia de Cine ha indicado que las votaciones presenciales tendrán lugar, a partir de las 11 horas, aunque también se podrá votar por correo. El 21 de abril se procederá al envío de las papeletas con las candidaturas proclamadas para ejercer el voto por correo y el 22 de mayo se cerrará el plazo de admisión.

González Macho fue elegido en abril de 2011 para dirigir la Academia en una época dura, de cambios y recortes. Quizás la más dura de todas desde el franquismo. Ya no hay persecución y censura, pero sí que hay un descrédito del cine español, ganado a pulso por sus enfrentamientos con la derecha y parte de los medios de comunicación conservadores del país. Le ha tocado llevar el timón bajo la tormenta, pero también es cierto que una parte del gremio quiere cambios más profundos. La desafección de dos de los mejores directores españoles vivos (y con mejor efecto en taquilla), Almodóvar y De la Iglesia, no es nada positivo para el cine nacional.

El todavía presidente aseguró querer lo mejor para la Academia y que se va por imperativo de los estatutos y porque debe haber renovación en el barco para adaptarse mejor al futuro. No obstante ha dicho que podría volver a presentarse “si hay una locura”, pero sin especificar a qué se refiere. El nuevo presidente o presidenta tendrá un futuro complicado y, a su juicio, la obligación de que la institución sea “respetada y respetable […], transmitir el sentir general de la profesión y que esté en todos los foros posibles”.

Enrique González Macho