A medio camino entre el cine noir a la francesa (serie negra con acento parisino, se entiende, que al género negro normal ellos lo llaman “polar”) y el cine de terror, totalmente almodovariano, llega el 2 de septiembre a las pantallas de cine ‘La piel que habito’, que en sus inicios como película de festivales fue recibido por muchos críticos con indiferencia, confusión o directamente un cabreo de dimensiones mitológicas (como el caso de Carlos Boyero). Con Antonio Banderas y Elena Anaya como actores principales, además de Marisa Paredes, narra la historia de un cirujano. Desde que su mujer murió quemada en un accidente de coche, el doctor Ledgard, eminente cirujano plástico, se interesa por la creación de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla. Doce años después consigue cultivarla en su laboratorio, aprovechando los avances de la terapia celular. Para ello no dudará en traspasar una puerta hasta ahora terminantemente vedada: la transgénesis con seres humanos. Pero ése no será el único crimen que cometerá en ‘La piel que habito’. Es el gran estreno nacional del otoño en España, y ha creado suficiente expectación, tanta como apoyos oficiales y privados (Warner Bros) tiene Almodóvar en el cine. De cada espectador depende, cuando la vea. El guión es de Pedro Almodóvar, basado a su vez en la novela ‘Tarántula’, de Thierry Jonquet. Música de Alberto Iglesias.