La galería La Fábrica ya calienta motores para ARCO 2011 con la nueva exposición de la sueca Annika Larsson, emigrada al Berlín efervescente del arte contemporáneo. Su exposición la da su propio nombre, artista del videoarte que estará en La Fábrica hasta el 29 de enero (Alameda, 9. Madrid. Precios, desde los 4.500 a los 30.000 euros, para quien pueda).

La obra de Larsson es una descripción de la tensión emocional que genera en nuestra percepción gran parte de las imágenes, cómo el mundo visual nos afecta visceralmente. Es su segunda muestra individual en la capital española con dos vídeos que demuestran su talento para influir en el espectador desde la sencillez: ‘Copia’ y ‘Drunk’. En ambas se proyecta esa tentación a ser dominados por propuestas que van más allá de la simple imagen: es un paso más en la teatralización de la imagen, igual que en la fotografía, pero en este caso en el campo del vídeo.

Annika Larsson (1972) ha pasado con su obra por Francia (Grenoble, Le Magasin), pero también por Nuremberg (Kunsthalle), Karlsruhe (ZKM), Londres (Sala ICA) y Barcelona (con La Caixa). Entre sus grandes logros, pasar por la Bienal de Venecia.