Audiovisual, conversaciones e instalación componen la nueva aportación del CCCB a sus salas, ‘Bajo asedio’.

‘Bajo asedio’ (hasta el 9 de noviembre) reúne una serie de conversaciones y dos piezas audiovisuales en diálogo: ‘Una breve historia de ruinas’ (2011-12) de la artista de origen afgano y libanés Mariam Ghani, y ‘Mejor a mil quinientos metros’ (2011) del israelí Omer Fast. ‘Una breve historia de ruinas’ es una doble instalación que aborda en paralelo la historia de dos edificios, el palacio Dar ul-Aman de Kabul y el museo Fridericianum de Kassel, con la finalidad de explorar conexiones y diferencias en sus historias y mitos, y cómo se construyen y destruyen sueños y edificios.

El palacio Dar ul-Aman de Kabul, hoy en ruinas, se construyó en 1929 como parte del proyecto de un rey reformista de construir un nuevo modelo de ciudad. Mariam Ghani investiga sobre la historia social y los distintos episodios de ocupación y resistencia que ha vivido Afganistán en su historia reciente. En Kassel, el museo Fridericianum quedó reducido a escombros después del bombardeo aliado de 1943. Una vez restaurado, desde 1955 el museo ha servido como sede central de la exposición de la dOCUMENTA, una iniciativa que surgió, justamente, de la idea de abordar a través del arte el trauma por el dolor infligido por la guerra.

‘Mejor a mil quinientos metros’ es una película construida a partir de los encuentros de Omer Fast con un operador de drones Predator, en septiembre de 2010, en Las Vegas. Ante la cámara el operador aceptó hablar de aspectos técnicos de su trabajo y de su rutina diaria. Fuera de cámara y confidencialmente, antes de poner bruscamente fin a la entrevista, comentó los muchos incidentes en los que el avión no tripulado disparó tanto contra militares como contra civiles y los problemas psicológicos que tuvo en consecuencia. En lugar de buscar noticias o imágenes documentales con el objetivo de completar esta historia censurada, Omer Fast trabaja desde la ficción, conforma un argumento circular que vuelve una y otra vez a la voz y a la cara borrosa del piloto real y a su relato inacabado.