La banda (británica, of course) que revolucionó el rock dándole esa pátina heavy, la compañera de viaje de Led Zeppelin en esa obra maestra de endurecer el rock hasta hacerlo demoníaco, vuelve a la vida 33 años después. Black Sabbath reborn, nada menos. Será en 2012 cuando, con Ozzy a la cabeza (sin murciélago en la boca, se entiende), vuelvan a grabar.

Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, más Ozzy Osbourne, regresan. Estarán además para el Azkena Rock del 14 y 16 de junio en Vitoria. Junto a ellos, también como cabezas de cartel, la banda de rock sureño Lynyrd Skynyrd, otro dinosaurio de la música americana que sigue coleando. La banda de Ozzy anunció el viernes pasado que iban a ponerse en marcha otra vez, con gira mundial incluida y nuevo disco. La conferencia, en la que estuvieron presentes los cuatro miembros fundadores, Ozzy Osbourne (voz), Tony Iommi (guitarra), Geezer Butler (bajo) y Bill Ward (batería), tuvo lugar en el Whisky A Go-Go de Los Ángeles, local en el que Black Sabbath ofreció su primer concierto en dicha ciudad 41 años atrás.

 La producción del disco irá a cargo del prestigioso Rick Rubin (siete veces ganador de un Grammy, dos de ellas como Mejor Productor del año), supondrá la novena referencia de estudio de Black Sabbath y el primero de la formación original desde que en 1978 publicaran ‘Never Say Die!’. Desde entonces han vendido cerca de 70 millones de discos, son miembros del Rock & Roll Hall of Fame y a ellos se les atribuye la creación del Heavy-Metal como género.

 

En cambio, Lynyrd Skynyrd (autores de ‘Sweet Home Alabama’) recoge la tragedia, grandeza, tradición y también la belleza tan propia de la historia del sur de Estados Unidos. Formados a mediados de los 60 en Jacksonville, Florida, no fue hasta los 70 cuando adquirieron el nombre de Lynyrd Skynyrd (un burlón tributo a un profesor del instituto llamado Leonard Skinner) y conocieron el éxito masivo de crítica y público.