Después de que los primeros números de Superman o Batman alcanzaran en EEUU precios millonarios, Europa sigue el juego pero con sus grandes: Hergé, Moebius y Uderzo.

El cómic como objeto de arte además de industria, el cómic como inversión. Cualquier producto humano, pasado cierto tiempo y con un grado suficiente de atractivo para el público, es susceptible de entrar en el juego de las subastas de arte. Pero lo que pretende hacer Christie’s el próximo 5 de abril es una demostración de que el noveno arte ya es incluso más que un arte, es un mercado abierto de apreciación y valor. Que Christie’s haya elegido a Moebius, Hergé y Uderzo, los grandes mitos del cómic continental de la escuela francófona (la dominante y con mayor mercado), no es nada casual.

Los tres han sido, junto con Hugo Pratt y un puñado más, los soportes del cómic europeo frente a la maquinaria norteamericana, que osciló siempre entre la cultura de masas, el simbolismo pop y en los últimos años la revisión literaria. Eisner inventó la novela gráfica y los americanos siguieron este modelo; en Europa mandaba el formato francobelga, el más extendido y que llenaba a los niños (y no tan niños) del continente con historias muy diferentes. Y ese modelo va a alcanzar el día 5 de abril el estatus de “joya millonaria”. Veremos qué nivel alcanzan las pujas.

Pero aunque sean el mascarón de proa del cómic europeo, no son los únicos autores elegidos por la casa de subastas, lo que implica que el reconocimiento del mercado del arte va un poco más allá: se subastarán en colaboración con el galerista Daniel Maghen 370 obras y ediciones originales de obras por las que Christie’s espera obtener cerca de tres millones de dólares. Entre los autores figuran también Peyo, Martin, Tibet, Jacobs, Franquin, Bilal, Gibrat, el grandísimo Pratt, Milo Manara, Tardio, Rosinski, y  los “nuevos” Lacombe, Ralph Meyer o Graffet.

Según el galerista dijo a los medios, la subasta es un espaldarazo claro “al hecho de que los cómics son un área artística importante y ayudará a revalorizarlos, al tiempo que promocionará a los dibujantes del noveno arte”. No obstante, todavía quedarán lejos esos 3 millones de euros, por comparación (el lote es grande) a los 2,16 millones de dólares (1,6 millones de euros) que recaudó el primer ejemplar de Action Comics en el que aparecía Superman por primera vez. Pero el primer paso ya está hecho.

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Hergé y Uderzo