EEUU se ha tomado muy en serio lo de ser el policía de la red, y empieza ya a moverse más en serio. Un tribunal de Nueva Zelanda ha decretado prisión preventiva para el fundador del portal de descargas en internet Megaupload, Kim Schmitz, reclamado por Estados Unidos donde ha sido acusado de piratería informática. Es, por ahora, la mayor operación contra webs de contenidos realizada hasta ahora, y que ha tenido como resultado un ataque de la plataforma Anonymous contra el gobierno y empresas.

El juez David McNaughton, del tribunal del distrito de North Shore, en la ciudad de Auckland, dictó que Schmitz (en la imagen) y los otros tres directivos de la empresa que también fueron arrestados, permanecerán en prisión hasta que se produzca el falló a su petición de libertad bajo fianza en la vista fijada para el próximo lunes, informó la agencia neozelandesa APNZ. la Fiscalía pública ha presentado cargos contra los siete administradores de las empresas Megaupload Limited y Vestor Limited y ha cerrado las webs asociadas para alojar contenidos. Cuatro de ellos, incluido el fundador, Kim Schmitz (alias Kim Dotcom) han sido detenidos en Nueva Zelanda. Se les acusa de haber tomado parte en una conspiración criminal para lucrarse con la distribución ilegal de contenido protegido por las leyes de propiedad intelectual.

Alegan que el daño hecho a la industria es de 386 millones de euros entre discográficas y productoras de cine y TV por la distribución ilegal de material. Adhiriendo anuncios publicitarios a sus páginas de alojamiento y descarga, amasaron 135 millones de euros, según la demanda presentada ante la corte federal del Distrito Este de Virginia. Todo esto se une al pulso que la industria de internet, muy pujante en EEUU, mantiene con el Senado y el Congreso de EEUU, que cocina a fuego lento una nueva ley contra la piratería (SOPA en las siglas inglesas) que ha puesto en pie de guerra incluso a la dócil Google.