Una nueva distopía en ciencia-ficción de la mano de Neil Blomkamp, genial padre de ‘Distrito 9’ y que cuenta ahora con Matt Damon.
‘Elysium’ vio la luz este pasado fin de semana en Norteamérica y prepara ya el desembarco en España (16 de agosto). Es una película de género, de pura ciencia-ficción mezclada con acción y una crítica social. Blomkamp ya usó ‘Distrito 9’ para reflejar la atrocidad del racismo del apartheid usando como nuevos parias a unos alienígenas; ahora el asunto es la pobreza. Aquel primer intento, producido por Peter Jackson, fue recompensado con cuatro nominaciones a los Oscar. Era una película original y diferente, una vuelta de tuerca social a la ciencia-ficción de gran éxito.
El nuevo giro de Blomkamp cuenta una historia de conflicto y crisis: viajamos al año 2154 a una Tierra dividida entre los que viven en el planeta, deteriorado y superpoblado, y los que habitan una super estación espacial con colinas y ríos llamado Elysium, donde vive la élite y asuntos como el cáncer se curan en segundos. Los de abajo no pueden, los de arriba sí, lo tienen todo y defienden que se mantenga ese status quo. “Quien no tiene esta riqueza la quiere y trata de tenerla, mientras el Primer Mundo probablemente intenta aferrarse a ella”, dijo Blomkamp, de 33 años, en una entrevista. Como toda distopía el mundo de ‘Elysium’ es un aviso distorsionado y exagerado del futuro, una pesadilla simulada que sirve de recordatorio para el presente que aún no ha llegado a ese momento. Para hacer realidad la pesadilla necesitó 115 millones de euros, especialmente útiles para la complejidad de recrear Elysium.
Matt Damon en ‘Elysium’
Igual que en ‘Distrito 9’, donde un policía humano y blanco era el héroe que hace el tránsito hacia el otro lado, aquí es un obrero exconvicto, Max (Matt Damon), el que lucha contra el sistema, personificado en robots y policías de su suburbio. Es un fracasado que no ha conseguido llegar a Elysium y que explota al tener un accidente: necesita la medicina de ese mundo perfecto, pero no tiene dinero ni acceso a ello. Quizás dentro del argumento hay otro aviso más contra el propio sistema sanitario americano, igual de elitista. Mientras Max busca su camino hacia Elysium, se suceden batallas sangrientas y la guerra cibernética, primero en la polvorienta periferia de la disfuncional ciudad de Los Ángeles y luego en los elegantes pasillos de Elysium.
Junto a Damon está Jodie Foster, que encarna a Delacourt, la secretaria de Defensa de Elysium encargada de mantener fuera a Max y a otros inmigrantes ilegales. Emplea sus propias fuerzas encubiertas encabezadas por su Kruger (Sharlto Copley, que ya estuvo en ‘Distrito 9’) cuando los militares no pueden controlar las invasiones desde la Tierra. Foster interpreta a la perfección a una política que recuerda mucho (intencionadamente o no) a los neocon de EEUU de los últimos años. Ella misma ha dicho que se inspiró en Christine Lagarde, la actual directora del FMI y puntal de ese mismo movimiento neocon.
Elysium en órbita