Edgar Wright mezcla comedia y ciencia ficción con cinco amigos dispuestos a completar una tarea pendiente desde que concluyeran el instituto: tomarse una pinta en los doce pubs del pueblo. Una invasión extraterrestre complicará el reto.
No hay nada mejor que un Cornetto para una resaca. Edgar Wright compartió este secreto en ‘Shaun of the Dead’ (2004), un juego de palabras de ‘Dawn of the Dead’ (1978), de George A. Romero, secuela de la mítica ‘La noche de los muertos vivientes’ (1968).
Traducida en España como ‘Zombies Party’, ‘Shaun of the Dead’ inició una trilogía en la que Wright, uno de los referentes de la comedia moderna británica, ofrece una desternillante visión de géneros de culto como las películas de zombis, ‘Shaun of the Dead’; las buddy movies policiales, ‘Hot Fuzz’ (2007), ‘Arma fatal’ en España; y las invasiones alienígenas, ‘The World’s End’ (‘Bienvenidos al fin del mundo’), que se estrena este viernes en España tras dejar un buen sabor de boca en el público de la pasada edición del Festival de Sitges.
Dos escenas de la película
“Será como nuestra versión de azul, blanco y rojo de Krzysztof Kieślowski pero en lugar de colores serán sabores de helado”, satirizó Edgar Wright durante la presentación de ‘Hot Fuzz’ para responder a un periodista intrigado por la presencia del famoso helado en las dos primeras películas de la trilogía. En realidad, nada buscado por el director británico que, sin embargo, se ha convertido en un distintivo de esta particular saga.
El Cornetto vuelve en ‘The World’s End’ (‘Bienvenidos al fin del mundo’) para cerrar una trilogía en la que Wright comparte protagonismo con los actores Simon Pegg y Nick Frost. Un éxito a tres bandas en el que Pegg, además de actuar, ha coescrito las tres películas junto con el director de la Trilogía del Cornetto. Wright, Pegg y Frost arrancaron una fructífera colaboración en la ‘sit-com’ de la BBC ‘Spaced’ (1999-2001), muy influenciada por la cultura pop.
En esta ocasión, el famoso Cornetto aparece en una historia costumbrista ambientada en una pequeña localidad británica, Newton Haven, donde se reúnen cinco amigos con un reto pendiente desde hace veinte años, cuando concluyeron su etapa en el instituto. Mucho ha cambiado desde entonces. Las locuras de juventud son historia. Pero Gary King, interpretado por Simon Pegg, se resiste al paso del tiempo y propone saldar una deuda en Newton Haven: tomarse en una misma noche una pinta en los doce pubs del pueblo. La última parada es un bar con un revelador nombre: El Fin del Mundo.
Gary estará acompañado por Peter (Eddie Marsan), Oliver ‘O-Man’ (Martin Freeman), Steven (Paddy Considine) y Andy (Nick Frost). En su recorrido por los pubs, se encuentran, entre otros habitantes de Newton Haven, con Sam, su amor de juventud, interpretada por Rosamund Pike, y el profesor Guy Shepherd, con el rostro de Pierce Brosnan. Entre pinta y pinta, diálogos muy divertidos sobre las consecuencias de la madurez y una invasión alienígena con reminiscencias a otro clásico: ‘La invasión de los ladrones de cuerpos’ (Don Siegel) (1956).
Una parodia con el inconfundible sello del trío Edgar Wright, Simon Pegg y Nick Frost y con el delicioso sabor de un buen Cornetto.