A pesar de que la crisis económica ha barrido casi todos los proyectos más audaces de las agencias espaciales en Occidente y parte de Oriente (salvo en China, donde encienden los motores de los cohetes con billetes, al parecer), otro tipo de programa siguen adelante. Europa ha dado luz verde al Telescopio Extremadamente Grande, también conocido como E-ELT, que contará con 40 metros de diámetro para un espejo y que será el equivalente a la pirámide de Keops de los telescopios. Siempre bajo la supervisión de la suboficina de la ESA, el Observatorio Austral Europeo (ESO).
Comparativa de tamaño entre el E-ELT y las pirámides
Los órganos directivos de ESO acaban de aprobar en una reunión en Múnich (Alemania) su presupuesto para el año que viene, en el que se incluye el E-ELT para que sea construido en el cerro Amazones (Chile) y el desarrollo de piezas ya diseñadas con anterioridad. La aprobación del presupuesto completo para la instalación, que se cifra en 1.082 millones de euros, se ha aplazado hasta una próxima reunión a mediados del 2012, pero todos los participantes en la organización confían en que no haya demoras. Especialmente cuando una de las nuevas potencias económicas mundiales, Brasil, haya aportado dinero para sacarlo adelante. En este encuentro en Munich, el astrónomo español Javier Barcons ha sido elegido como presidente del próximo consejo de ESO; también está en marcha el siguiente asunto, buscar jefe para la gestión del E-ELT.
Tal y como recogía el diario ‘El Mundo’ el 9 de diciembre, “entre los trabajos que se pondrán en marcha desde comienzos del próximo año están los accesos al lugar de su ubicación, así como la fabricación del espejo de óptica adaptativa, uno de los cinco espejos que tendrá el E-ELT. Incluso ya se fijo un plan ruta sobre la instalación de los primeros instrumentos. Cuando el E-ELT esté en marcha, todos los estados miembros de ESO podrán tener tiempo de observación asignado. Incluso si hubiera desviaciones sobre el coste presupuestado ahora y fuera necesaria financiación adicional hay tres estados (República Checa, Suecia y Finlandia) que se han comprometido a aumentar su participación, además de Alemania”.