La Sala Hipóstila de la Biblioteca Nacional de España acoge hasta el 25 de agosto, la exposición ‘La Transición en tinta china’, que recrea la breve historia de la Transición política española a través de las viñetas de los dibujantes más importantes, publicadas en distintos periódicos y revistas.
Las obras pertenecen al fondo de la Biblioteca Nacional de España, y se complementan con originales cedidos por distintos artistas del sector (Forges, Peridis, El Perich, Gin, Mingote, Chumy Chumez, Siro, Ballesta…). El comisario de la muestra es Francisco Bobillo de la Peña, con la colaboración de los humoristas gráficos Forges y Peridis para dar vida a una ventana al humor político, una de las pocas válvulas de escape en una época en la que la censura todavía daba mandobles allí donde se decía la verdad incómoda.
La transición a la democracia en España coincide con un extraordinario florecimiento del humor político gráfico. Desde los años anteriores a la muerte de Franco, los dibujantes, a través de nuevas publicaciones, fuerzan los límites de la censura y ofrecen a sus lectores el fruto de su talento expresivo y de su ingenio satírico. La muestra reúne lo mejor de aquellos años para saber cuál fue la visión de personas que, a fin de cuentas, eran testigos comunes del proceso, pero también cómo pudieron contribuir a esa idea democrática. Desde luego eran iconoclastas y rebeldes en papel y tinta, nada dispuestos a aceptar una democracia mutilada, a medias o maquillada, si bien con el tiempo algunos han criticado el resultado final.
Peridis y Forges en la exposición
El humor político, a menudo rebelde e irreverente, mantiene siempre una relación conflictiva con los gobernantes. En el caso concreto del humor gráfico, el conflicto suele ser más agudo. Los dibujantes parodian el discurso del poder, realzando su carácter cómico, y revelan su frecuente impostura para provocar la sonrisa cómplice del lector. Los poderosos encerrados en un recuadro o una tira cómica pierden su solemnidad al ser convertidos en personajes de historieta. O se humanizan al ser desdoblados para mostrarse disconformes consigo mismos, tal y como son vistos por Peridis, por ejemplo.
Otras veces, despojados de aquel manto, tropiezan, se equivocan o son importunados por individuos anónimos desde el sentido común, tan lejano al lenguaje oficial. Como Cervantes conocía bien, en la incongruencia germina el humor. En España, desde los últimos años del franquismo, el humor era una forma de rebeldía. Quienes miraban los dibujos de humor político recuperaban un instante el sentido lúdico de la infancia para disfrutar con esa dicha que proporciona la travesura o la transgresión. La risa como arma y exorcismo, todo en uno.
En la exposición de la BNE se podrán contemplar viñetas de Peridis, Gallego & Rey, Mingote, Forges, Máximo, Mena, El Roto, Perich, Sir Cámara, Killian, Martín Morales, Romeu, El Cubri, Ja, Quino, Ivá, Carlos Jiménez, Chumy Chumez, Cesc… Muchas de ellas son originales, mientras que otras aparecen en publicaciones de los fondos de la BNE, como Hermano Lobo, ABC, El jueves, Blanco y Negro, El cuervo, Cuadernos para el diálogo, Informaciones, Pueblo, El País, Cocodrilo Leopoldo, El Papus, La Codorníz, Por favor, Triunfo o Epoca.