El gran Pou estrena el 26 de septiembre ‘Los hijos de Jennedy’ en el Arriaga bilbaíno, una revisión particular del espíritu de los años 60.

Pou, Josep María Pou, un tipo alto, grande, con un aspecto en las antípodas de lo que el cine y la televisión han impuesto como primer protagonista de cualquier producción, pero que es quizás uno de los más grandes actores que ha dado Cataluña a España. Y viceversa, porque fue saliendo de su pequeña patria como Pou se ha hecho muy grande. Física y artísticamente.

Atado al cine, a la televisión, a la radio, al doblaje, con esa voz modulada, a escribir, pero sobre todo al teatro, su mundo y donde ahora representará la obra original de Robert Patrick ‘Los hijos de Kennedy’, una radiografía de aquellos años 60 auténticos, los americanos y quizás británicos, o franceses, pero no los españoles. Coincide además con los 50 años del asesinato de JFK.

No estará solo, porque ha conseguido arrastrar a lo mejor de cada casa: Maribel Verdú, Emma Suárez, Ariadna Gil por un lado, y Fernando Cayo y Alex García por el otro, más él. Todos ellos encarnan personajes y situaciones que beben de la música, de la política, de la lucha por los derechos civiles, la liberación sexual, el pacifismo, el pop, el despertar ideológico de una generación entera y de paso tres asesinatos clave: el de JFK, el de Martin Luther King y el de Bobby Kennedy. La relación de Pou con la obra no es nueva: en 1970 la estrenó en España y fue él mismo quien la adaptó para el público español.

Él vivió esa época en primera persona y el contraste es para él muy importante, entre lo que fue de verdad según él y lo que se ha creado en el imaginario colectivo, especialmente de las nuevas generaciones. Para poder expresarlo en primera persona el texto se estructura a través de monólogos y una banda sonora muy concreta: puros años 60, desde el folk de Dylan a Joan Báez, los Beatles o los Stones. Cada personaje-monólogo es un arquetipo concreto de aquella época y el diálogo es directo con el público, siempre después del asesinato de JFK.

Pou es grande, lo suficiente como para tocar muchos palos y cargar sobre anchas espaldas el peso de todo el teatro catalán. O del español. Actualmente es el jefe artístico del Teatro Goya Codorniú de Barcelona, es un habitual del Teatro Nacional de Cataluña y ganó el Premio Nacional de Teatro en 2006 con ‘La cabra’, en la que lo dio todo: traductor, personaje único, actor y desarrollador de todo el montaje. Recientemente volvió al Festival de Mérida con ‘Fuegos’, donde demostró su gran carácter como adaptador teatral.

Foto de portada: www.teatral.net