Fue una de las escasísimas ventanas abiertas durante el franquismo, de las pocas salidas de escape a la presión y la represión de la dictadura. ‘La Codorniz’ fue un gran semanario gráfico de humor que contó en sus filas con los padres del género en nuestro tiempo, desde el todavía superviviente Mingote a Chummy Chúmez, Gila o el iniciático Forges, también reclutado para ‘Hermano Lobo’, otro semanario de la época. Ahora, el Museo de la Ciudad de Madrid le rinde tributo con una exposición. Hasta el 15 de abril.
La revista, fundada por Miguel Mihura y luego capitaneada por Álvaro de Laiglesia, terminó por cerrar cuando la Transición aún no había terminado. Fueron los años de Manuel Summers y Carlos Luis Álvarez, más conocido como Cándido. A estos años se dedica la exposición con más de 300 portadas y dibujos originales de Ozores, Azcona, Chumy Chúmez, Forges, Gayo, Gila, Goñi, Julio Cebrián, Kalikrates, Madrigal, Máximo, Mena, Mendi, Mihura, Mingote, OPS, Picó, Serafín, Sir Cámara, Summers… todos ellos supervivientes en un ambiente hostil, muy hostil, cuando a la censura había que burlarla. Este toma y daca formó parte de su ideario, que la obligaba a ser más ingeniosa que nadie y a escribir entre líneas muchas veces.
La exposición se organiza de manera cronológica por esas cuatro épocas, la del propio Mihura (1941-1944), la longeva de Laiglesia (1944-1977), cuando fueron más populares, la de Summers, que apenas duró año y medio y la final de Cándido en 1978. En esos años finales se intentó modernizar su estilo, pero fue inútil ante una sociedad que cambiaba a ojos vista.