Nueve días de Festival de las Artes 2011, al viejo estilo de los calendarios lunares (del 3 al 11 de junio), una reducción tan brutal que como compensación es probable que Calixto Bieito, que repite como director invitado (¿habrá un tercer año?), haya concentrado más calidad en menos tiempo. Queda claro que frente a la escasez de dinero siempre se puede tirar de los de casa, como la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (Oscyl) y el Musac, que entran de lleno en la programación, la primera abriendo el festival con música clásica y una nueva puesta en escena, así como extractos de las colecciones del segundo. Puede que exposiciones, puede que performance… todavía está por ver a falta de que se cierre la programación. Básicamente ha sido un abrir boca donde se concreta sobre todo cuestiones de escena, como la producción propia de Azar Teatro con el estreno absoluto de ‘Lilja-4ever’, una adaptación teatral de Hansjörg Betschart sobre la película homónima dirigida por Lukas Moodysson.

Pero sobre todo será una edición con la obsesión particular de Calixto Bieito. Es el caso del joven cuarteto de cuerda británico Heath Quartet. Considerada como una de las agrupaciones emergentes más originales y con mayor talento del panorama internacional de la música de cámara, ofrecerán en Salamanca un ciclo dedicado a Beethoven, concretamente los Cuartetos, una vez más una preferencia de Bieito, que programa con gusto y con una tendencia muy personal. La otra vertiente es el hip-hop, que ya fue durante años parte indisociable del Festival de las Artes a través de Conchas Eletrónicas. Vuelve con ‘My Tati Frezze’, del grupo femenino Blanck Blanc Beur. El proyecto une danza contemporánea con break dance en el teatro. Los trabajos escénicos de esta formación reflejan ese origen multicultural y en ellos destacan la fusión y la integración de distintos estilos musicales y coreográficos.

