La Feria del Libro de Madrid cerró hoy sus puertas y devuelve el Retiro a los madrileños con una sonrisa: ha subido un 9,3% las ventas, poco para lo que sería necesario para recuperar el sector editorial, pero un cambio de tendencia.
Euro arriba, euro abajo, el cálculo de la organización habla de más de 7 millones de euros en ventas, un 9,3% más que 2012 y el primer cambio de tendencia en una larga década de caídas continuas por la migración de los lectores hacia el soporte digital, la incipiente piratería en este mencionado soporte y la caída de lectores. Sólo en lo que llevamos de 2013 el sector editorial, que necesita una reconversión y adaptación cuanto antes, ha perdido un 20% de negocio. El director del mayor evento literario del año y del país, Teodoro Sacristán, aseguró que ha ido “de bien a muy bien, y ha sido una bolsa de oxígeno para el sector”.
La pasada edición la Feria del Libro cerró con un 1,5 millones de euros menos que la de 2011. Fue un evento al que acudió mucha gente para pasear, pero poca para comprar. La crisis mordía con fuerza, tanta como este año, pero algo parece haber cambiado. En este 2013 se presentó la feria con menos publicidad, más discretamente, defendiendo el libro en papel y a las librerías (argumento equivocado, pero…), con la ventaja del buen tiempo… y ha terminado con resultados, suficientes para poder sonreír, aunque tímidamente. Esta vez la gente no sólo ha paseado, ha comprado.
Pero la subida de ventas no debería servir de excusa ante una realidad, que es muy cabezota. La gran asignatura pendiente sigue siendo la adaptación al nuevo soporte digital. Nunca se ha leído más que hoy, porque la lectura se ha multiplicado en parte gracias a los eBooks y al mundo digital. Esa transición no se está haciendo con pragmatismo, ni tampoco se ha producido una bajada en los precios de los libros de papel. Las ediciones de bolsillo fueran el primer refugio del sector en años anteriores, pero ahora ni eso.
Durante esta feria se ha puesto especial intención en esa “migración digital” que muchas editoriales no parecen haber entendido. Pero todos tienen algo que decir al respecto: en diferentes encuentros celebrados dentro de las instalaciones de la Feria del Libro la cadena de valor del libro (autores, editores, agentes y libreros) ha reclamado una reforma, acorde con la realidad, que acabe con los vacíos legales y una educación que forme a los jóvenes en el respeto a la propiedad intelectual. A su vez, los lectores reclaman una oferta digital amplia, cuidada, a precios asequibles, y debidamente visibilizada. Los vacíos legales existen, y el desprecio a la cultura intelectual también, pero lo que es obvio es que un producto más barato permitiría más margen.