Llega a Palma de Mallorca la exposición ‘Gleizes y Metzinger: ‘Du cubisme’ (1912-1947)’, que ya estuvo en verano en la sede de la Fundación Juan March en Madrid, así como las nuevas incorporaciones a la lección de la institución.
Albert Gleizes (1881-1953) y Jean Metzinger (1883-1956) fueron, además de pintores, teóricos del cubismo y autores del ensayo ‘Du cubisme’, publicado en 1912 por el poeta y editor parisino Eugène Figuière (1882-1944). El libro se presentó a tiempo para la exposición del Salon de la Section d’Or en octubre de 1912 y puede ser considerado el primer manifiesto estético del cubismo. La edición de 1912 tuvo bastante repercusión y se tradujo a varias lenguas. Se acompañó de varias ilustraciones, ordenadas según el momento de adhesión de sus autores al cubismo: Paul Cézanne, Pablo Picasso, André Derain, Georges Braque, Jean Metzinger, Marie Laurencin, Albert Gleizes, Fernand Léger, Marcel Duchamp, Juan Gris y Francis Picabia. En la reedición de 1947 el texto iba acompañado de once estampas, respectivamente de Pablo Picasso, Jacques Villon, Francis Picabia, Jean Metzinger, Fernand Léger, Marie Laurencin, Juan Gris, Albert Gleizes, Marcel Duchamp, André Derain y Georges Braque.
En 1947 se reeditó el texto con una introducción de Albert Gleizes y un epílogo de Jean Metzinger. Gleizes explicó así las motivaciones de su ensayo: en primer lugar, su propia clarificación, el intento de sintetizar las premeditaciones, reflexiones y combinaciones inteligentes que estaban en el origen de este movimiento artístico, convencidos como estaban de que la pintura es siempre resultado de una actividad reflexiva; además, aspiraban a despejar malentendidos y equívocos en torno al cubismo; y por último, porque creían que debían ser ellos, los pintores, y no los teóricos, quienes tratasen de explicarlo.
Se trata de seis aguafuertes, tres puntas secas y dos aguatintas. Los grabados de esta edición se prepararon durante los años veinte, pero no se estamparon y publicaron hasta 1947. Así, por ejemplo, la plancha de ‘Homme au chapeau’ la había realizado Picasso entre 1914 y 1915, aunque no fue estampada hasta 1947 para su publicación en esta edición. La exposición incluye un ejemplar de la reedición de 1947 y todas sus estampas, procedentes de la colección de la Fundación Juan March, y se completa además con tres óleos de los autores del libro: ‘Les Musiciens’ (1920) y ‘Composition’ (1921) de Albert Gleizes y ‘Nature morte, fruits, verre et noix’ (s.f.), de Jean Metzinger, procedentes de colecciones particulares. El grabado de Pablo Picasso ‘Homme au chapeau’ (1914-1915) es un préstamo de la Fundación Picasso. Casa Natal, Málaga.
Muestra de las nuevas adquisiciones de la Fundación
Simultáneamente a esta nueva exposición de gabinete, que completa el ciclo de las dos últimas, dedicadas a Picasso y los libros, el Museu Fundación Juan March presenta una serie de nuevas obras de algunos artistas de la colección. Con estas intervenciones, el museo aprovecha la totalidad de su espacio para reflexionar y trabajar temporalmente con la propia colección (y pronto también con obras en préstamo de otras colecciones, nacionales e internacionales). El objetivo es conseguir presentaciones más amplias e integradas, tanto de la propia colección del Museu Fundación Juan March -que comienza con las vanguardias históricas y se extiende, recorriendo mayoritariamente las corrientes abstractas pictóricas y escultóricas, hasta los años 80- como de las relaciones que cabe establecer entre ella y otras corrientes y tendencias artísticas del arte contemporáneo nacional e internacional.
En este caso, entre octubre de 2015 y enero de 2016, se incorporan algunas obras de pintores ya representados en la colección, como es el caso de Manuel Hernandez Mompó (con ‘Romería’, de 1963), Miguel Ángel Campano (‘El naufragio’, 1983) o José María Sicilia (‘Red Frame with Flower’, 1986) o Xavier Grau, con ‘L’Escola de Venècia II’, de 1981. Y, como novedad, se incorporan también algunos artistas cuyas obras no se han expuesto previamente, como es el caso de Sarah Grilo, que con ‘Aviso’ (1971) presenta una de sus caligrafías a medio camino entre el informalismo, los experimentos a lo Rauschenberg y las sutilezas caligráficas.
El cultivo del color en la pintura española, tan presente en el museo en obras como las de Guerrero, Rafols-Casamada, Navarro Baldeweg, Broto o Campano, se fortalece con las obras de Campano y Grau y también con la abstracción lírica de Alberto Reguera y su ‘Le cercle de Chopin de Bart Spaan’ (1989). Las obras de José Ramón Sierra (‘Camarín’, 1982) y Juan Suárez (‘Tríptico azul’, 1981) completan la presencia de la abstracción colorista sevillana de los años ochenta, ya presente en el museo gracias a la obra de Gerardo Delgado. Por último, a la presencia de la escultura en el museo (Chillida, Oteiza, Palazuelo y Alfaro, entre otros) se le suma Enric Pladevall con la pieza ‘Tauló I’, de 1992.