Green Day es una de las bandas supervivientes de aquella época ácida, neopunk y gamberra que osciló entre los 90 y el roce del siglo XXI, cuando hacer el burro y la actitud eran tan importantes como la música. Ahora intentan recuperar ese tono con ‘¡Uno!’.
Su carrera orbitó siempre un concepto llamado “power pop”, es decir, pop acelerado mezclado con un montón de cosas más para darle otro aire. Una banda legendaria que arrancó a finales de los 80 y que acaba de volver con un triple salto (mortal o no ya se verá en las ventas y el impacto): una trilogía de discos compuestas por ‘¡Uno!’, ‘¡Dos!’ y ‘¡Tré!’ (sí, sin la ese y con acento) que verá la luz entre 2012 y 2013.
Concretamente el primero la ha visto el pasado 25 de septiembre, el segundo lo hará el 13 de noviembre y el tercero el 15 de enero del año que viene. Así que Green Day ha vuelto después de la larga gira mundial de 2009 que les convirtió en carne de capitalismo puro y duro. Quizás por eso se han revuelto para intentar recuperar ese aire indecentemente subversivo que hace tiempo dejaron atrás.
Green Day es un trío nuclear acompañado de otros músicos que entran y salen de su órbita, compuesta en la base por Billie Joe Armstrong (guitarra y voz), Mike Dirnt (bajo) y Tré Cool (batería), surgida en 1989 cuando pasaron del adolescente Sweet Children a su nombre actual con la entrada de Tré Cool. Surgieron en uno de los semilleros de música alternativa más importantes, Oakland, en la Bahía de San Francisco, y más concretamente del club 924 por donde pululaba el punk rock. Era una más de las muchas bandas cabreadas que rascaban cuerdas con la virulencia de una generación que salía de los melosos 80 y que recuperaba la esencia del hastío juvenil pero no como Nirvana, depresivamente, sino con ganas de romper guitarras al más puro estilo The Clash.
No sería hasta 1994 cuando de la mano de Reprise Records alcanzaron la fama con ‘Dookie’, que recuperaba el violento punk de los 70 (el auténtico), lo civilizaba un poco y lo vendía a los hijos de aquellos rebeldes. De ahí bebe parte de su música: los mencionados The Clash, pero también The Ramones o Bad Religion. Green Day ha sido contemporánea de Rancid o The Offspring, que revolucionaron la música rock al inyectarle el sonido punk. De ellos los únicos que siguen al pie del cañón son ellos, con más de 85 millones de discos vendidos en todo el mundo, la mayor parte fuera de EEUU pero con una proyección cultural y popular en su país que supera con mucho a otras bandas.