Dedica la máxima distinción de la Academia del Cine “a mis compañeros. Ellos son los que me han traído a este momento”.

“Voy a coger esta bellísima Medalla, que es de todos vosotros. Sin mis compañeros, esta Medalla no existiría porque ellos son los que me han traído a este momento”. Emocionada, la conocida y querida actriz ha recibido de manos del presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, este galardón “que no me esperaba, así que no sé si me lo merezco”, ha manifestado.

Humilde y generosa, esta hija, hermana y madre de artistas ha vivido “como un sueño” el encuentro con los medios que este miércoles ha protagonizado en la sede de la institución, en la que ha recordado sus 40 años de oficio y ha rememorado que el año pasado este reconocimiento recayó en uno de sus directores, Manuel Gutiérrez Aragón. “No podía ser de otra manera. Este año tenía que ser para mí”, ha bromeado la mayor de las hijas de Antonio Molina, a quien el amor a sus colegas y al público “me hicieron ser actriz”.

En activo –acaba de grabar dos series de televisión, en México y en Roma, y en noviembre viajará a Marruecos para rodar una película”–, Molina, que acaba de cumplir 58 años, solo se da cuenta “de lo mayor que soy cuando me veo en los personajes que me confían. Lo que me da la edad es respeto, veo a mi madre y a la gente mayor, y es sublime…”. No lleva la cuenta de las películas que ha hecho: “No soy buena con los números. Las amo a todas, son como hijos, todas están en mi memoria, tiene un lugar y son importantísimas, aunque unas han transcendido más para el público”.

Ángela Molina ha citado a ‘Ese oscuro objeto del deseo’, de Luis Buñuel, “porque, como traspasó fronteras, empecé a trabajar fuera”, y las que ha rodado con Gutiérrez Aragón. “Es cierto que ahora hay menos producción y hay que adaptarse a los tiempos. No sé lo que me deparará el futuro porque no soy Dios, pero confío mucho en lo que vendrá. Hay muchas cosas que quiero hacer y tengo ilusión”, ha declarado la intérprete.

Perseverar. Este es el consejo que ha dado a los que empiezan Ángela Molina, a quien los “tiempos complicados” que estamos viviendo la ha llevado a decir “que hay que disfrutar al máximo de la vida”. Madre de cinco hijos, “que son mi milagro. Ellos conocen mis valores, mi manera de sentir, aprendo casi más yo de ellos que ellos de mí. Mis hijos son trabajadores, luchadores y han volado rápido, ya solo me queda la pequeña, María. Pero yo también salí pronto de casa y mis padres estaban orgullosos”, se ha mostrado feliz por el éxito de la fiesta del cine –“el público nunca falla”– y ha expresado en alto el deseo de que el descenso del IVA cultural sea pronto una realidad.

Era su día, pero no ha olvidado que, “de jovencita, Enrique González Macho me dejaba entrar gratis a sus cines”. Y González Macho, que ha trabajado con la Molina en dos ocasiones, ha dado fe “de la huella que deja en todos los que la conocen. Es un ejemplo a seguir para todo el mundo. A Ángela se le quiere y se le admira. Esta Medalla es un acto enorme de justicia”, ha recalcado el presidente de la institución, cuya película española favorita es ‘Las cosas del querer’.

La Medalla de Oro está diseñada y cedida por Chus Burés a la Academia de Cine.