La literatura se llena y se nutre de esos pequeños gestos que parecen mínimos pero que son fundamentales para sustentar la República de las Letras; Hijos de Mary Shelley es una de esas ideas geniales que ya tiene tercer volumen, ‘La soledad es el hogar del monstruo’.
Se titula ‘La soledad es el hogar del monstruo’, pero en la presentación y cita en Diablos Azules deMadrid, una de las muchas que este grupo va a hacer por toda España para presentar el libro colectivo, quedó claro que el verdadero monstruo es la crisis y los cómplices de la misma que arramblan con todo. Fue una fiesta más de una larga cadena en la que cada eslabón es una pequeña victoria literaria frente a la banalidad de la oferta. Un zarpazo del monstruo que en realidad es un mito como el de Frankenstein, el hijo predilecto de Mary Shelley y que sirve de metáfora de lo que se ofrece: literatura y mucho más.
Porque el libro no es un corsé estrecho que ahoga: hay cuentos cortos, relatos, poemas, multimedia y la ‘Nana del monstruo’ de Luis Antonio Muñoz, una partitura que cualquiera podrá interpretar en la soledad de casa (cada uno es un monstruo) o ante el público. O también la ilustración, en la doble portada desplegable interior de Sara Morante, que es un relato en sí mismo en dos imágenes. Una maquinaria que se completa con la web del grupo (www.hijosdemaryshelley.com) y que sustenta muchos de los proyectos.
Portada del nuevo libro y la ilustración, desplegada, de Sara Morenés.
Con Fernando Marías como editor y dentro de Imagine Ediciones, el proyecto cuenta en esta ocasión con Carlos Salem, Cristina Fallarás, Espido Freire, Ramón Acín, Juan Miguel Aguilera, Antonio Álamo, Fernando Aramburu, Carlos Castán, María do Cebreiro, Doménico Chiappe, Fidel Cordero, Iñaki Esteban, Adrián Gualdoni, Jesús Jiménez Valero, Raquel Lanseros, Javier Márquez Sánchez, Ismael Martínez Biurrun, el colectivo Maloka Media, David Torres, José Sanchís Sinisterra, Hilario J. Rodríguez, Gonzalo Pernas, Paco Plaza, Luis Antonio Muñoz, Vanessa Montfort, Sara Morante, Carlos Marzal y un “resucitado literario”, Edgar Allan Poe.
Por el escenario de Diablos Azules pasaron, además de Fernando Marías, Carlos Salem, Cristina Fallarás o Vanessa Montfort entre otros, que resaltaron que son “la resistencia” frente al vacío inmenso que se abre en la cultura. Puede que vendan pocos, puede que muchos, pero cada uno será una ayuda más para frenar en seco al otro monstruo, el que devora las artes y las ciencias con su mediocridad y mezquindad.
Los anteriores “hijos” del proyecto