La editorial Ginger Ape B&F ha dado un paso adelante muy peculiar con la saga Ópera Patagruélica, inaugurada con ‘La verdad de la ilusión’.

Hay que ponerse en situación: imaginen un relato de ciencia-ficción distópica de principios del siglo XX, hasta cierto punto no tan raro. Pero ahora imaginen que lo escribió un español, Luis Antón del Olmet, en aquella España de pandereta, tocino y golpes de Estado que olía a rancio y a exceso de cebolla en los fritos. Pues bien, así de fuerte ha empezado Ginger Ape B&F su colección (sin periodicidad, abierta y gratuita mediante descarga digital en la web) Ópera Pantagruélica.

Según la editorial, la meta que se han impuesto es emprender una serie de acciones orientadas a la difusión de nuestros conceptos y a la incentivación de la creatividad y los usos del sector editorial. En nuestro particular rol de gestores culturales damos arranque a la grandiosa Ópera Pantagruélica […], concebida para albergar algunas publicaciones que, generadas desde la propia editorial, abundan en su difusión y conocimiento entre el gran público; una colección que se proclama ajena al mercado y sus leyes y que encuentra inspiración en el espíritu del Copyleft y las políticas del Creative Commons”.

El funcionamiento de la iniciativa es sencilla: cada cliente puede, si lo desea y ordena su conciencia y ética, hacer una pequeña donación para sostener el proyecto empresarial y sus iniciativas como esta Ópera Pantagruélica que se ha encontrado con un texto tremendamente original para las circunstancias culturales en las que fue creado. Además, para quienes amen el papel en libros, Ginger Ape permite acceder a una versión impresa en exclusiva que únicamente “satisface los costes de impresión y los gastos de envío” como gasto.

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Logo de la colección y presentación web de Ginger Ape (Fotos: web Ginger Ape)

Esta primera obra, ‘La verdad de la ilusión’, tiene como punto de partida una situación espeluznante: retornar a la vida cuatrocientos años después de un cataclismo, despertar en la vitrina de un museo entregado a la curiosidad de unos hombres que apenas conservan trazas de su pretérita humanidad, descubrir un mundo hiperracional y ultracivilizado que no ha dudado en suprimir todo rasgo de individualidad por el beneficio del todo, sin emociones, sentimientos y en el que no existen nombres ni diferencias. Exacto, Luis Antón del Olmet imaginó ‘Un mundo feliz’ de Aldous Huxley casi veinte años antes que el anglosajón ya que el español la escribió en 1912. No obstante, a pesar de ser un texto brutalmente distópico, Olmet conduce la crítica hacia a lugares comunes de nuestro sentir y nuestras letras, regalando a los lectores una flamante fábula de ciencia-ficción en desternillante clave española.

Detrás de un planteamiento tan lejano a aquella España, en la que la modernidad ni llegaba y cuando lo intentó fue estampada contra la pared por una Guerra Civil, está Luis Antón del Olmet (Bilbao, 1886 – Madrid, 1923), periodista, escritor, director de El Debate, El Parlamentario, Revista Política, Parlamentaria y Financiera y colaborador de todos los grandes periódicos del primer tercio del siglo XX. Fue también parte de los movimientos agrarios de la época como Acción Gallega, luchó contra el caciquismo por conseguir una España más moderna que nunca llegaría. Transitó entre el conservadurismo originario hacia la izquierda, dotado de un estilo expresivo y castizo, con una imaginación fecunda que le hizo visitar géneros y formatos que en España eran poco menos que alienígenas. Su muerte llegó antes de tiempo: le pegó un tiro su antiguo amigo Alfonso Vidal y Planas.

La verdad de la ilusión - Luis Antón del Olmet

Portada del libro (en papel) y caricatura de la época de Olmet (Fotos: Prensa Ginger Ape)