Publica su ‘Autobiografía’ en la colección de clásicos de Penguin, que comenzó con ‘La Odisea’ hace más de seis décadas. El exlíder de The Smiths ajusta cuentas con las discográficas y juega con su identidad sexual.
“La mayoría de las estrellas pop han tenido que morir antes de alcanzar el estatus de icono que Morrissey ha alcanzado en vida”. La editorial Penguin justifica, de esta manera, la inclusión de ‘Autobiography’ (‘Autobiografía’), donde el exlíder de los míticos The Smiths desgrana su vida, en la colección de clásicos al lado de Charles Dickens, Jorge Luis Borges, Oscar Wilde, Henry James, Thomas Hardy, Virgilio y Homero, entre otros. ‘La Odisea’ de Homero fue el primer título de una colección que arrancó en 1961 y que ha añadido por sorpresa un texto absolutamente contemporáneo.
Más bien ha sido una exigencia de Morrissey. Hace dos años, en una entrevista a la BBC, ya desvelaba sus intenciones a la hora de publicar su autobiografía: “Me gustaría que fuera Penguin, pero solo si lo publican en Classics”. “No veo por qué no podría ser un clásico contemporáneo de Penguin. Si miras lo que se imprime estos días, cómo se venden las autobiografías, la mayoría de las veces es atroz, son acontecimientos editoriales, no literarios”. Penguin ha aceptado la petición de Steven Patrick Morrissey (Manchester, 1959) para publicar su autobiografía en la prestigiosa colección de clásicos de la editorial británica.
Una calculada provocación más de ‘Mozz’ para impulsar las ventas de un libro que ya despertaba por sí mismo un notable interés por la enorme trascendencia musical y social del artista de Manchester. Junto con el guitarrista Johnny Marr, el bajista Andy Rourke y el batería Mike Joyce, impulsó una de las grandes bandas ‘indies’ de los ochenta: The Smiths. El cuarteto publicó apenas cuatro discos: ‘The Smiths’ (1984), ‘Meat is murder’ (1985), ‘The Queen is dead’ (1986) y ‘Strangeways, here we come’ (1987), una trayectoria intensa y suficiente para entrar en la historia de la música. Morrissey, posteriormente, emprendió una carrera en solitario, más irregular, con nueve álbumes de estudio, el último, ‘Years of refusal’, publicado en febrero de 2009.
Las discográficas no salen especialmente bien paradas en su ‘Autobiografía’. Morrissey ajusta cuentas con Rough Trade Records, la compañía que lanzó los cuatro álbumes de The Smiths, y con Geoff Travis, el jefe del sello. Reparte también acusaciones entre los gigantes de la industria discográfica como EMI o Warner Bros y no recuerda para nada con cariño a Tony Wilson, figura clave en Factory, compañía esencial en el despegue de la escena musical de Manchester.
No obstante, la polémica se desata cuando Morrissey habla de temas personales. ¿Qué sería de una autobiografía sin aspectos morbosos? La cuestionada sexualidad de Morrissey seguirá siendo objeto de misterio. Así lo quiere. Por un lado, alimenta los rumores de homosexualidad. Morrissey ironiza que, en sus años de adolescencia, “las chicas continuaban sintiéndose misteriosamente atraídas hacia mí, y yo no tenía ni idea por qué”. Entonces, le resultaban “mucho más emocionantes” las bicicletas de carreras que su padre llevaba a casa.
Una de cal, y otra de arena. Al mismo tiempo, explica que la primera mujer de la que se enamoró fue Jerry Nolan en la portada del debut de New York Dolls y sorprende cuando admite que pensó en ser padre cuando vivía en Los Ángeles y mantenía una relación con Tina Dehghani, una amiga de origen iraní. Una revelación inesperada cuando dedica muchos comentarios en su autobiografía en mostrar su “falta de interés” en las mujeres y cuando subraya su gran ‘amistad’ con Jake Owen Walters.
“Por primera vez, el eterno ‘yo’ se convirtió en un ‘nosotros’ al conectar finalmente con alguien”, describe sobre su relación de dos años con Walters. Morrissey juega constantemente al despiste y cuenta que una empleada de British Airways les preguntó en una ocasión, tras comprobar su complicidad, si eran amigos o amantes. “¿Pueden los hermanos ser amantes?”, contestó, enigmático, el músico británico, que admite que no tuvo una “relación seria” hasta la treintena.
La autobiografía del exlíder de The Smiths incluye también algunos otros capítulos sorprendentes como un intento de secuestro en México en 2007 o un inusitado interrogatorio de la Policía británica para decidir “si representaba una amenaza para la seguridad de Margaret Thatcher” tras su polémica canción ‘Margaret on the guillotine’ (‘Margaret en la guillotina’).
No estamos ante una joya literaria, a Penguin siempre le perseguirá su polémica inclusión en la colección de clásicos de la editorial, pero sí ante una aproximación provocadora de una de las figuras más excéntricas y extremas de la música británica de todos los tiempos. Vegetariano desde los once años, enemigo mordaz de la monarquía británica, ambiguo sexualmente, líder de una banda esencial en la escena ‘indie’, Morrissey, un clásico que se siente a la altura de ‘La Odisea’ de Homero.