Finalmente el pequeño gran músico (por tamaño y por talento respectivamente) volverá a Europa en formato mínimo: un piano y él, nada más. Y más importante, en teatros con un aforo limitado.
Será un formato muy raro si tenemos en cuenta que Prince se hizo legendario en los 80 y 90 por conciertos monstruosos donde podía estar horas tocando la guitarra y cantando con coristas, bailarines y enorme parafernalia. Se lo contó primero a los periodistas y luego lo soltó en pleno concierto en Minnesota, avisando a los europeos de que se prepararan para la gira que recorrerá 16 ciudades de once países, desde el 21 de noviembre en el Konzerthaus de Viena (escenario de música clásica) hasta el 22 de diciembre en el Royal Circus de Bruselas. Se llamará ‘Prince Spotlight: Piano & A Microphone’. Las entradas todavía no están a la venta.
No obstante todavía está por concretar porque la oficina de Prince no ha dicho nada definitivo, ni en fechas ni lugares. Pero probablemente será así. Sobre todo porque apenas queda tiempo para el primer concierto. En la gira hay muchas plazas del norte de Europa, quizás porque entre las productoras está ICO Concerts, danesa, que podría haber puesto la balanza hacia el norte más dispuesto a pagar lo que se esperan sean entradas muy caras (menos asientos, mayor precio). La gira pasará por Gran Bretaña (Londres, Liverpool, Birmingham y Glasgow), Francia, Alemania, España, Italia, Holanda, Bélgica, Suiza y Austria.
Prince quiere cambiar el ritmo de las giras, no tanto por edad (tiene 57 años) como por exploración de nuevos formatos. Y lo hace con álbum bajo el brazo, ‘Hit ‘n’ run phase one’, sólo accesible en digital (en Tidal, la plataforma de Jaz-Z) y que vio la luz a principios de septiembre pasado. Siempre fue un pionero, desde que arrancó en los años 70 y su explosión total en los 80 y su conversión en icono sin nombre en los años 90. Aunque el estilo Prince se ha mantenido lo cierto es que ha hecho de todo, desde giras megalomaníacas a conciertos sorpresa con una guitarra y sin guión previo.
Quiere probar cosas nuevas y así lo manifestó a los medios de comunicación antes de soltar en escenario la buena nueva. De hecho el plan es ser totalmente íntimo, privado y libre: no habrá listado de canciones, actuará sin guión y con la duración que él quiera darle, por lo que cada concierto será único y sin copia posible. Los que sean muy fans tendrán que seguirle por el continente para verle hacer algo distinto.