EA lanzó este año ‘Alice’s Madness Returns’, la más siniestra versión del clásico de Lewis Carroll
Alicia se ha vuelto mucho más oscura, más loca, más sangrienta, ha pasado por un hospital psiquiátrico y ha decidido saber por qué toda su familia murió en Londres en un incendio. Provocado, por cierto. Y ahí está el truco de esta versión en videojuego de la Alicia que no es ni la de Disney ni la de Tim Burton. Éste último se queda en niño de teta al lado de la última creación de EA Games. A la vieja historia de Lewis Carroll, de las más retorcidas y metaliterarias (una historia dentro de otra, y a su vez llena de mensajes ocultos) le han dado un giro psicológico pasado por el tamiz del cómic más desgarrado.
Diez años atrás el equipo de American McGee, que está detrás del desarrollo, retoma la historia de Alicia en el País de las Maravillas junto con el estudio Spicy Horse. El juego llega en PC, PS3 y Xbox 360. Esto no es más que la avanzadilla de esta incursión maníaco-depresiva del personaje más subyugante de la literatura infantil desde el binomio niña-lobo de Perrault (una niña de rojo en un bosque con un lobo de apariencia masculina, y hasta aquí podemos leer entre líneas…). Ya en 2000 salió a la venta ‘American McGee’s Alice’, título de culto en los albores de la explosión definitiva del videojuego. Entonces Alicia era gótica, oscura y parecía la hija perdida de Burton en la mente de un diseñador de mundos imposibles estilo Escher.
La nueva entrega tiene lugar diez años después, con una Alice algo más crecida, con un nudo en su delantal arquetípico cuyos lazos forman una calavera, un cuchillo largo en las manos y maquillaje negro alrededor de los ojos. Son los tiempos que corren: una vez hundidas las ideologías universales (religiosas o ateas) que habían guiado al mundo durante siglos, lo que emerge es la neura profunda del mundo mental. Es terreno abonado para que el blanco sea negro y viceversa. Veremos más juegos de este estilo, o incluso revisiones literarias de Carroll. Un simple vistazo hace unos días a varios párrafos del clásico de este bizarro personaje da idea del material para sacar muchas más novelas de esa Alicia que, perfectamente, podría ser una tarada atada a la cama de un hospital que ha creado un mundo paralelo para escapar de su terrible realidad de abandono y abusos, por poner un ejemplo de una revisión más…